Armando Altuve | [email protected]
“Pareciera que no hubiese llegado diciembre”. Esa es la percepción de Jennifer Abril, una ama de casa que confiesa que las navidades han estado “horrible” porque la compleja situación económica no le ha permitido comprar los ingredientes para preparar las hallacas ni el pan de jamón para la cena navideña, ni mucho menos para comprarle regalos a sus seres queridos. “Mis aguinaldos no me alcanzan”, lamenta Abril, quien estaba acompañada de su sobrina.
Los venezolanos han tenido un año 2015 difícil por el incremento en los precios y el desabastecimiento de productos de primera necesidad que han fracturado algunas costumbres propias de la época decembrina. Ante esas situaciones adversas, a juicio de los especialistas, dentro de los hogares venezolano se le ha comenzado a priorizar el encuentro y la unión familiar para paliar los efectos de la crisis del país.
“Las navidades están siendo percibidas como un momento importante para darle cabida al encuentro familiar. Las madres ante esa dificultad de no poder comprar juguetes ni la cena navideña lo sustituyen por encuentro familiar. Estas serán una navidades en la que todos están inventando qué hacer”, sostiene la psicóloga social Mercedes Pulido de Briceño.
La psicóloga y presidente de la ONG Psicólogos sin Fronteras, María Isabel Parada, resalta que los venezolanos se han tenido que acoplar a una situación compleja por las limitaciones para celebrar las navidades. “La inflación acabó con todo”, resalta la especialista .
Parada señala que en las familias se ha experimentado una “revaloración de principios” y han “redimensionado” la adversidad y los grandes eventos a momentos más sencillos. “La unión familiar es lo único que nos queda”, resalta Alba.
“Ha habido una redimensión hacia lo bello de la familia, de la comunicación, de la unión sobre aquellas posibilidades de estrenar o gastar dinero en una celebración más grande. En otras palabras, se ha desplazado lo material por lo humano, lo afectivo, lo psicológico. Y eso es muy interesante porque revela que ante situaciones difíciles las personas buscan alternativa para entender la vida de otra forma y darle un sentido distinto”, explica la presidente de Psicólogos sin Fronteras.
En este sentido, Parada comenta que a pesar de la situación del país el significado que tiene para el venezolano estas fechas no se ensombrece. “Siempre hay una alegría por la llegada del Niño Jesús”, asegura la especialista.
Alejandro Viloria, de 28 años, afirma que el ambiente navideño ha sido “regular” pero comenta que no dejará de celebrar con su familia “En nuestra familia hemos decidido irnos todos a Trujillo para pasar las fechas. Aunque no tenemos mucho dinero, entre todos vamos a colocar un poquito para reunir y comprar los ingredientes para las hallacas. Lo importante es tratar de terminar el año en paz”, dijo Viloria.
Ambiente de esperanza
La mayoría de los especialistas en la conducta humana han resaltado que la situación de país ha afectado a los venezolanos seriamente. Sin embargo, resaltan que luego de la jornada electoral vivida el pasado 6 de diciembre las personas han experimentado un cambio en la perspectiva del futuro próximo.
“Después de los resultados electorales todo el mundo estaba feliz. Creo que el próximo año habrán cambios para el beneficio de la población, pero todos debemos poner un grano de arena para que eso prosperé”, señala Viloria.
Parada considera que la contienda electoral permitió que las personas pudieran celebrar menos desesperadas, pues, a su juicio, ese panorama “aligeró la desesperanza”.
“Hay un ambiente de calma pero no de euforia. Hemos percibido que hay esperanza sobre el futuro porque la gente comienza a entender que para atrás no se vuelve; y eso le permite construir el futuro en términos de su vida diaria”, finaliza Pulido de Briceño.
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2015-12-18