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Con una caída en la producción de 78,54% al pasar de 69.966 unidades en el período comprendido entre enero-noviembre del año 2013, a solo 15.012 unidades en el mismo período de este año, la industria automotriz venezolana ha tenido uno de los peores años históricos a lo largo de toda su trayectoria.
De acuerdo con las cifras contenidas en el portal Web de la Cámara Venezolana Automotriz (Cavenez), la producción de automóviles registró caídas desde el propio mes de enero cuando la caída fue de –84,78%, siendo la menor la del mes de febrero con – 74,50% y la de mayor significación la de abril cuando el reporte reflejó una caída del -90,89%.
La industria automotriz venezolana siempre se caracterizó por su dinamismo, como factor determinante en la generación de empleos y en la multiplicación de los puestos de trabajo a través de las redes de concesionarios y de los talleres mecánicos post venta, de lo cual apenas quedan unos pocos con sus locales vacíos por cuanto no tienen inventarios para la venta.
Por supuesto que la principal razón de la caída en la producción, tiene su origen en la falta de suministros de divisas a la industria, con la cual el Ejecutivo tiene deuda que superan los US$ 2.500 millones de dólares, lo que ha impedido a la industria poder adquirir los CKD, es decir los equipos para ensamblar los automóviles, por cuanto las casas matrices han suspendido el envío de los suministros, por cuanto los pagos se han demorado hasta un año y de paso, no les asignan las divisas para la repatriación de capitales.
Así como la producción se ha debilitado al máximo, las ventas de vehículos han corrido con la misma suerte, ya que este año se ha estimado una caída del – 80%, ya que apenas se han venido entre enero-noviembre unas 18.433 unidades, de las cuales 18.002 unidades fueron nacionales y 431 unidades importadas; mientras que en el mismo período del año anterior las ventas se ubicaron en 95.919 unidades, de las cuales 69.839 fueron de producción nacional y 26.080 provenientes de terceros países.
El debilitamiento en el comportamiento de la industria automotriz, tiene impacto tanto en el Producto Interno Bruto (PIB) de la actividad manufacturera como en el desempeño de la demanda interna a través del consumo, además de influir en el desempeño de sectores relacionados tanto industriales como comerciales y de servicios.
Con la caída de los precios del petróleo, ya el sector manufacturero, que ha señalado que en este año ha habido una reducción en las asignaciones de divisas de un 30%, por lo que se teme que para este año haya una nueva merma en la liquidación de divisas para el sector privado, y un alza de las divisas para las importaciones del Estado, no siendo muy alentadoras las perspectivas de la industria automotriz nacional.