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La investigación en las universidades sobrevive con las uñas

Jueves, 11 de agosto de 2016 a las 08:00 pm
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Nayzai Saavedra | [email protected]


La investigación en las universidades
 sigue viviendo uno de sus momentos de mayor reto y es que con la baja que han sufrido en el presupuesto, es un desafío que los investigadores sigan en marcha con los proyectos emprendidos e incluso que inicien otros nuevos.

Desde el cambio de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti), en 2010, aunado a un recurso previo de recorte en el presupuesto en 2009, los departamentos de investigación empezaron a verse ahorcados.

¿Es necesario? Félix Tapia, representante del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico (Cdch) de la Universidad Central de Venezuela (UCV), explicó que tener casas de estudio que generen conocimiento es sumamente necesario para un país que se quiere desarrollar.

Las facultades competitivas en el mundo son generadoras de conocimiento con aplicaciones particulares en cada país en base a la estrategia y a las fortalezas y debilidades que se tienen.

"No puedes tener universidades que son parecidas a un liceo, donde simplemente se imparten clases", consideró.

Destacó que los aportes de investigación de Venezuela en el área petrolera siempre fueron de punta, también se ha generado una buena reputación en el campo de la medicina. Sin embargo, en la actualidad los investigadores no tienen las posibilidades de desarrollarse libremente, por lo que terminan emigrando con los conocimientos adquiridos y se vuelven exitosos en el exterior.

Tapia reiteró que para apuntar al desarrollo un país debe centrarse en la tecnología, la ciencia y la innovación como lo fue la experiencia de algunos países asiáticos.

Sobre la reformulación propuesta por el Estado en materia de investigación, el profesor lo consideró un fracaso. "Vinieron con que había que haber una ciencia pertinente, endógena y, ¿dónde está esa ciencia? Y los aplaudiría si eso hubiese funcionado, pero no lo hizo. Se acabó con lo uno y lo otro", opinó el profesional.

 
Por otra parte, Ulises Rojas, profesor y vicerrector académico de la Universidad de Carabobo (UC), comentó que poco a poco le han quitando a la universidad la producción de conocimientos nuevos.

"Nosotros tenemos una labor formativa limitada, prácticamente las universidades se están quedando como liceos grandes y hoy en día para llamarse universidad tiene que estar fundamentada. El proceso de aprendizaje tiene que ser a través de la investigación", argumentó.

Rojas advirtió que los aportes de las universidades en la educación superior han disminuido con creces.

Lo que se vive

Tapia informó que a la UCV este año sólo le dieron 35% del presupuesto solicitado, eso genera una crisis en la que una de las áreas más afectadas es la investigación: "Antes recibíamos aproximadamente el doble. Pero cuando más nos debe estar llegando está entre un 2 y 3% de los fondos asignados".

Indicó que a pesar de eso, las universidades suelen financiar los proyectos de menor escala, porque los grupos duros siempre habían conseguido dinero con el Fonacit e internacionalmente.

Destacó que sistemas como el Programa de Estímulo a la Investigación (PEI), han dejado evidencia de ser discriminativos -como en el área de agricultura-, con presupuestos insuficientes u otorgando aprobaciones por proselitismo político.

Sin embargo, la UCV ha sobrevivido con un poco más de holgura que otras, como lo es el caso de la Universidad de Los Andes (ULA), debido al aporte otorgado por la Fundación Andrés Bello -la que administra las zonas rentales de la casa de estudio-, generando aproximadamente el equivalente de lo que entregaba el Estado.

"Pero desde 2014 estamos muy mal, hemos  cerrado muchos programas, no tenemos convocatoria desde hace tres años para proyectos nuevos y sólo mantenemos  abierto un programa llamado UCV Sociedad, porque consideramos que es uno de los más importantes debido a que involucra grupos orgánicos de más de una facultad", indicó Tapia.

Consideró que desde que el Cencoex existe, el Estado es quien decide quiénes son los becarios beneficiados y asignando los recursos de forma individual, se ha generado que algunos no quisieran salir del país  porque les resulta muy duro. Además, a muchos no les aprobaron  becas a pesar de aplicar en áreas prioritarias.

Hoy en día, los beneficiarios  de la UCV  son escasos, no llegan a una veintena debido a la limitación económica.

En el caso de la UC, el vicerrector académico expresó que el presupuesto otorgado es insuficiente y como resultado no tienen dinero para enviar a profesores a congresos nacionales y mucho  menos internacionales.

Manifestó que esos recursos ya están prácticamente agotados porque además de cubrir con los pagos del personal, lo que queda ya está distribuido.

"Lo que más se nos lleva recursos es a tratar de salvar las revistas, las publicaciones científicas, para mantener nuestra visibilidad  y dar ayudas a algunas tesis de pregrado para los estudiantes", dijo, agregando que tienen una cuota muy mermada para invertir en laboratorios, renovación o reparación de equipos.

 Informó que el déficit ha ido creciendo en alrededor de 40%, y a pesar de que piden las diferencias éstas no son enviadas. En ese sentido indicó que la respuesta del Ministerio de Educación Universitaria es que ellos financian a través de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti) y el PEI. Rojas admitió que en cierto modo cubren una parte, pero afectan la función formadora de la universidad y la posibilidad de mejorar la dotación.

"Hemos cerrado laboratorios o departamentos porque los investigadores están trabajando con las uñas y lo poco que les da en el presupuesto de Locti lo invierten. Pero hay gran obsolescencia en nuestros laboratorios y tenemos equipos dañados", ilustró.

A pesar de todos estos factores en contra, Rojas asegura que Venezuela sigue dando la batalla, con grupos pequeños que necesitan recursos y una motivación como lo es el salario.

De hecho, comentó que este año la fundación Bill & Melinda Gates benefició a dos investigadores del Instituto de Medicina Tropical con un proyecto.

"Eso abre una esperanza de que si nos organizamos y con la poca ayuda que tenemos, más la experiencia en algunas áreas duras como catálisis, medicina tropical, entre otras, pudiéramos dispararnos positivamente", finalizó.

2016-08-12