Jesús M. Gambús/[email protected]
La Zona Económica Especial para la frontera que aparece en discursos, declaraciones y proclamas no se ve como una realidad a la vuelta de la esquina como las ciudades y los pueblos que rozan los límites con el departamento de Santander en Colombia.
Empresarios, comerciantes y representantes de muchos sectores se encogen de hombros para mostrar su escepticismo ante la promesa de una nueva frontera que lanzó el presidente Nicolás Maduro y que luego refrendó su colega colombiano Juan Manuel Santos.
Las buenas intenciones no tienen siquiera dónde aterrizar, pues el aeropuerto internacional Juan Vicente Gómez de San Antonio del Táchira permanece cerrado desde hace más de un año y la única terminal que está funcionando es la de La Fría, a 40 kilómetros de San Cristóbal.
Vecino aventajado
El presidente de Fedecámaras Táchira, Daniel Aguilar, cree que es Colombia la que tiene un concepto definido de lo que es la nueva frontera: “Al atravesar los puentes, uno consigue buenas autopistas, carreteras, edificaciones, seguridad”.
El contraste con el lado nacional es grande, dice: crisis en las agencias aduanales, el sector hotelero, los restaurantes, la industria del plástico y la cadena de distribución del carbón colombiano vía Maracaibo.
En este desfase de la economía regional quienes sa-can más provecho son las almacenadoras colombianas que mantienen en sus depósitos mercancías que no pueden ingresar a Venezuela y generan deudas y compromisos a pagar que de alguna forma deben ser cargados a los productos.
“Allí hay más de 30 mil baterías, kits para el tratamiento de enfermedades tropicales”, expresa Aguilar.
Advierte además que Táchira es el suplidor de más de un 70% de los alimentos que consume el país y “aquí no hay abonos, no hay pesticidas” y señala el vacío que dejó la expropiación de Agroisleña, en el sector productivo.
Contracción
El presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio venezolana-colombiana (Cavecol), Rogelio Queijeiro, afirmó que de enero a octubre de 2015, el comercio binacional alcanzó 1.047 millones de dólares frente a los 1.769 millones correspondientes al mismo período del año 2014. Una contracción del 41% en el intercambio comercial. Asimismo subrayó que las exportaciones venezolanas hacia el vecino país, disminuyeron 42% durante el 2015 y las importaciones hacia Venezuela cayeron 40% respecto a 2014. Queijeiro enfatizó que pese a su disposición a colaborar con las autoridades en la búsqueda de una solución efectiva, “hasta la fecha, no hemos sido convocados”.
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2015-11-24