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Durante una Cadena Nacional, el presidente de la República, Nicolás Maduro anunció el nuevo decreto de Estado de Excepción para enfrentar amenazas de "golpe de Estado" y "guerra económica" por parte de "la derecha" en Venezuela y Estados Unidos.
Maduro afirmó que tuvo que tomar la medida porque un grupo de opositores, junto al gobierno de Estados Unidos y al ex presidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez, apoyarían una intervención militar estadounidense a Venezuela. "Factores extranjeros están pidiendo en Washington una intervención de un ejército en Venezuela".
A su vez, el jefe de Estado recordó que este viernes 13 de mayo se venció el Decreto de Emergencia Económica, por lo que anunció la renovación por 60 días más, para un total de 120 días. A pesar de ello, indicó que los precios del petróleo se han recuperado a 35 dólares por barril, cuestión que ha mejorado ligeramente la economía venezolana.
"El Decreto de Emergencia Económica sirvió para frenar el golpe de Estado en contra al Gobierno. ¡Misión cumplida!", aseveró el Presidente.
Además, Maduro indicó que este sábado entregará más de 20 mil tarjetas de misiones socialistas, y reiteró que espera alcanzar la suma de 300 mil tarjetas entregadas a los ciudadanos.
"Se ha aumentado en el 105% desde el mes de enero de este año. Debemos estar pilas en todos lados y proteger salario", refiriéndose al aumento del salario mínimo y al bono de Cesta Ticket socialista. A su vez, denunció que en algunas empresas no se ha cumplido con el pago legal y completo del bono de alimentación.
Por otro lado, el Presidente afirmó que un grupo de diputados opositores, encabezados por José Guerra, habrían viajado al exterior para "chantajear" a empresas que quieran invertir en Venezuela.
El Ejecutivo explicó las 21 resoluciones que estarían dentro del Decreto de Emergencia Económica para "proteger" la economía.
"Hemos pagado 5.047 millones de dólares por motivo de compromisos internacionales, para un total 37.498 millones de dólares en los últimos 20 meses", aseguró el jefe de Estado, quien además recordó que han realizado pagos sin quitar los beneficios en material social a los venezolanos.
Al principio de su alocución, el primer mandatario reiteró su rechazo en contra al juicio político que el senado brasilero aprobó en contra de la presidenta, Dilma Rousseff, porque insistió en que el "golpe de Estado" en Brasil sería un plan del gobierno de Estados Unidos en contra "los logros de las revoluciones".
Además, reiteró que la situación del país carioca sería parte de la estrategia del gobierno de Barack Obama para afectar los países Bric: Brasil, Rusia, India y China y para "destruir" a Unasur, por lo que alertó a las naciones suramericanas.