Nayzai Saavedra | [email protected]
Este 10 de marzo se cumple un año más de reconocimiento para aquellos que ejercen la medicina como profesión, sin embargo, también es otro año más en el que los galenos aseguran que no hay nada que celebrar.
La situación en materia de salud entorpece la labor de estos profesionales tomando en cuenta que a pesar de tener los conocimientos, en muchos casos, no pueden devolver o mantener la salud de los pacientes.
Lucha y reclamo. El doctor José Félix Oletta exministro de Sanidad, internista y especialista en Epidemiología, consideró que el llamado que deben hacer los médicos para este día es al rescate del derecho a la salud.
En segundo lugar indicó que es necesario realizar el reclamo a las autoridades responsables que no cumplen con su papel, como lo son el Ejecutivo como primer responsable y el Poder Moral -que tiene que intervenir cuando no se dan las condiciones apropiadas, cuando el derecho fundamental de la salud y la vida no se está prestando con calidad y de forma oportuna-.
Oletta señaló que la crisis en el sector está causándole a los médicos una insatisfacción muy grande porque a pesar de que tienen la obligación para buscar la mejor alternativa para cada caso y producir diagnósticos y tratamientos individuales, las circunstancias los están obligando -dada la estrechez de los recursos- a utilizar medicamentos que no son de primera línea o que dejan de ser los más apropiados.
“Los médicos somos heroicos trabajando en condiciones inhóspitas”, opinó.
José Manuel Olivares, especialista oncólogo y diputado de la Asamblea Nacional, coincidió con Oletta, considerando que la celebración no es algo que se deba enaltecer en estos tiempos, más allá de conmemorar la historia médica venezolana que está llena de héroes.
Reconocimiento. "Hoy más que nunca hay que reconocer a quienes están en los hospitales, a los que tienen que dar la cara y decir ‘no hay’, a los que hacen posible la labor en los hospitales, a los que utilizan medidas alternativas para realizar procedimientos médicos, a los que ven cómo solucionan con tal y cual antibiótico. Rendirle homenaje a esos nuevos héroes que siguen luchando", destacó Olivares.
El oncólogo cree que es un momento propicio para plantearle el país qué se quiere en materia de salud. Para pedir hospitales que hagan la diferencia, en donde haya calidad humana y tecnológica, en donde se pueda resolver desde el problema más simple al más complejo.
Dificultades. Para Olivares, en la actualidad el trabajo de los médicos se está viendo afectado por la falta de herramientas, que no se resume solo en insumos y medicinas, sino también en el deterioro y la pérdida de equipos para realizar diagnósticos.
Sobre todo lamentó la falla que se genera en el país para hacer diagnósticos oportunos, especialmente en el área oncológica, destacando que Venezuela tiene la mayor mortalidad por cáncer.
“También enfrentamos la violencia, el que le da la cara al paciente y a sus familiares es el médico”, agregó.
Olivares resaltó que es un tiempo de impotencia y frustración por no poder aplicar los conocimientos. También de tristeza al enterarse que fallecieron adultos y niños que debieron haberse recuperado.
Además, hizo un llamado al Gobierno a entender que la salud no tiene color político, “que los niños que han muerto no tenían color político”. “Tienen que entender que hay que buscar lo que nos une y no lo que nos separa y eso es la salud y la vida, de avanzar juntos en ese tema. El costo de las diferencias no lo pueden pagar los pacientes que pierden sus vidas”.
Dar la cara. Por su parte, Bernardo Guerra, médico pediatra y exdiputado de la AN, consideró que hay que dar un paso al frente y pedir auxilio a nivel nacional e internacional.
“Estamos en una condición bien crítica, justo ahora estoy en un hospital público en Vargas y no hay un analgésico para calmarle el dolor a un paciente”, lamentó.
Indicó que el mensaje va dirigido a las autoridades, a realizar mesas de trabajo en las que se incorporen todos los actores del sector salud para actuar en conjunto y abrir camino.
“Está claro que con esto no lo vamos a resolver todo, porque este es un problema de fondo en lo que se refiere a dotación hospitalaria, de medicinas y en la activación y adquisición de los equipos necesarios”, indicó.
De manos atadas. Guerra consideró que a los médicos se les ha puesto una camisa de fuerza.
Al igual que Olivares, lamentó responderle a los pacientes con un “no hay” o un “déjeme ver cómo resolvemos”. Aseguró sentirse impotente por no poder actuar tomando en cuenta que están trabajando en las condiciones mínimas.
Opinó que hay una gran indiferencia e indolencia por parte de los gobernantes que anteponen el proyecto político por encima del proyecto país, no en pro del desarrollo, de los ciudadanos o de sus profesionales.
Reivindicaciones. Ante los casi inexistentes incentivos para los profesionales de la salud y la pésima remuneración económica que reciben, Oletta indicó que el médico no quiere salarios, quiere recibir honorarios. “Esto tiene un contenido simbólico muy importante, nuestros honorarios tienen que ser dignos”, aclaró.
El doctor Guerra admitió que el gremio está empobrecido de acuerdo a los estándares de los organismos internacionales, agregando que un profesional de la salud en este país está ganando menos de 34 dólares mensuales. Rechazó que haya médicos que ganan salario mínimo a pesar la actual inflación.
2017-03-10