2001.com.ve | EFE
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reprochó este miércoles al presidente venezolano, Nicolás Maduro, el exilio que está provocando la crisis de ese país, y advirtió de que "ningún gobernante tiene legitimidad si obliga a sus ciudadanos a marcharse".
Sánchez, de visita oficial en México, intervino en un acto en el Colegio de México la institución académica fundada en 1938 por el presidente mexicano Lázaro Cárdenas para acoger a intelectuales y artistas republicanos que huyeron de la Guerra Civil.
Y lo hizo con un discurso emotivo de conmemoración del ochenta aniversario de la llegada del exilio español a ese país en el que recordó también las crisis que están provocando "desgraciadamente focos de exilio en todo el planeta", entre los que citó Venezuela.
Tras admitir que hay distintas posiciones sobre la situación venezolana -esta misma mañana se plasmaban sus diferencias con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador-, Sánchez subrayó que "hay un argumento que no admite réplica: El exilio".
"Ningún gobernante es virtuoso, ningún gobernante tiene legitimidad si sus ciudadanos se ven obligados a marcharse del país", dijo el presidente ante el auditorio en el que se encontraban numerosos descendientes de exiliados españoles en México.
Y añadió que la inmigración forzada y el exilio "son inaceptables y no son sostenibles".
Pero además, lamentó que en España haya partidos "nostálgicos del franquismo" que apuestan por "recortar los derechos de las mujeres" o "cerrar España" a quienes piden asilo o una vida mejor y pretenden, en definitiva, "reivindicar lo peor" de la historia española.
Por eso en este acto en el que se revivía el "horror colectivo" que supuso el exilio, Sánchez quiso reivindicar "la historia democrática de España para avanzar y no para dar pasos atrás".
En su discurso, Sánchez pidió "no contaminar el exilio de romanticismo", que es una experiencia y "un trance" traumático y "terrible siempre".
Y en presencia de tres secretarios del Gobierno mexicano -los de Exteriores, Economía y Hacienda- y de las ministras españolas de Justicia e Industria, Sánchez subrayó su compromiso de recuperar la memoria del exilio republicano español.
"Es el momento de que el Estado rinda homenaje al exilio", dijo el presidente español, quien aunque admitió ser consciente de que llega tarde -porque la mayoría de los exiliados han fallecido ya- quiso "pedir perdón" a los exiliados, "reconocer el sacrificio que hicieron y devolverles su lugar en historia de España".
Pedro Sánchez quiso acabar su intervención con una imagen simbólica conocida, cuando Manuel Azaña murió en Francia en 1940 y las autoridades de Petain no permitieron cubrir su ataúd con la bandera republicana.
El ministro plenipotenciario de México y amigo de Azaña, Luis Ignacio Rodríguez Taboada, respondió a los franceses con una frase para la historia con la que Sánchez cerró su discurso: "Lo cubrirá la bandera de México; para nosotros será un privilegio, para los republicanos una esperanza y para ustedes una dolorosa lección".
El Colegio de México es un referente en el país que acogió durante el exilio a artistas de muchas disciplinas, como el poeta León Felipe, el filósofo José Gaos, el médico Isaac Costero, el neurólogo Gonzalo Rodríguez Lafora, los antropólogos Pedro Carrasco y Ángel Palerm, y el político José Giral, quien fuera presidente del Gobierno de la República en el exilio.
En 2001, su labor fue reconocida con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales por fortalecer los lazos entre México y España.
Pedro Sánchez concluyó su jornada con una visita al Ateneo y un encuentro con la junta directiva de esta institución.
2019-01-30
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