María Isabel Rangel | [email protected]
El aislamiento voluntario para evitar la infección y propagación por COVID-19 no solo afectó la salud, cerró los colegios y el teletrabajo se volvió común. Las relaciones de pareja también vivieron cambios con aspectos negativos y positivos, especialmente en los noviazgos.
Gabriela Uribe y Alexis Cañón solo tenían cinco meses como pareja oficial cuando el coronavirus se declaró como pandemia. Los jóvenes de 21 y 25 años respectivamente solo se veían los fines de semana porque Cañón trabajaba todos los días y vive en La Guaira, mientras que Uribe estaba en su segundo semestre de educación en la Universidad Simón Bolívar.
“Pasamos de vernos dos veces a la semana a no vernos por casi 4 meses, nuestra relación ha sido más a distancia que personal”, explicó la universitaria.
Igualmente, la joven comentó que el encierro la ha hecho valorar más su relación. “Aprecio más los pocos días que nos vemos, para mantener una relación sana solo hace falta cariño y respeto”.
En cuanto a lo frecuente que se ven, la mujer señaló que solo lo hacen en semanas flexibilizadas que es cuando su pareja puede viajar a la capital, de resto su relación se basa en videollamadas.
Relaciones rotas
Por otro lado, la relación de José Gregorio Ramos y su exnovia no corrieron con la misma suerte. El joven de 27 años destacó que “el no vernos dificultó lo que teníamos. Al principio era más fácil, pero a medida que el virus se expandía menos podíamos reunirnos”.
Ramos, quien trabaja como técnico de equipos electrónicos, explicó que “llevábamos casi un año de relación y a los dos meses de la cuarentena decidimos dejarlo hasta ahí, porque a pesar de no vivir tan lejos nos veíamos muy poco”. Ramos reside en El Silencio, mientras quien fue su pareja lo hace en Caricuao.
“Tal vez habían otros factores que no trabajan bien en la relación y el ya no estar juntos tanto tiempo como solíamos estarlo apresuró la ruptura”, destacó Ramos.
Asimismo, expresó que “llegó un punto en el que alguno de los dos no salía a la calle por protección y el otro se molestaba porque quería tener una cita. Pasó muchas veces de parte y parte”.
Ramos aportó que “cuando nos dimos cuenta que solo peleábamos fue que entendimos que había llegado a su fin”.
En relación a si culpa a la pandemia, el joven afirmó: “Si hubiéramos continuado con nuestra relación vieja y el ritmo que esta llevaba estoy seguro que siguiéramos juntos. Sin embargo terminar era lo necesario”.
Criar hijos a distancia
En otro contexto, Jessica Sandoval y Darwin Higuera tienen 5 años de relación de pareja y no viven juntos, aun así, hace 3 meses se convirtieron en padres de una niña. Higuera solo ve a su hija los fines de semana y “si por suerte tiene gasolina”, así lo indicó la madre de la bebe.
“En realidad el primer mes de la bebe viví en su casa pero en su sector en El Paraíso el servicio de agua falla mucho y por eso tuve que regresar a mi casa en San Martin”, explicó Sandoval, quien es docente, pero en estos momentos se encuentra en licencia materna.
La mujer señaló que a veces su pareja pasa días sin visitarla por miedo a contagiarla. “Por ser barbero está expuesto al contacto con otras personas y no nos visita por protección”.
Agregó que “se le hace difícil no estar con la bebe todo el tiempo, ya sea por las medidas de cuarentena o porque no tiene gasolina para trasladarse”, y asimismo añadió que “espero que todo pase rápido para que estemos juntos en este proceso de crianza”.
Dato
En Táchira, los casos de divorcios subieron a 54 en el mes de julio del pasado año, así lo informó Ana Lucía León, consejera principal del Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescente.
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