César Mijares | [email protected]
Las tarjetas de crédito, habían resultado ser “el comodín” para salir de apuros, y actualmente en vista de que el efectivo muy poco alcanza, los venezolanos optan por “endeudarse” para cubrir sus necesidades de compra.
La comida es lo primordial en estos tiempos, por lo que muchos destinan este beneficio bancario para hacer un mini mercado, cuando pueden “mi tarjeta es de Bs. 40.000, y la he usado al menos tres veces para comprar ciertas cosas para la casa, eso sí, luego para bajar la deuda me cuesta, pero es necesario” dijo Rosa Gutiérrez.
Hay clientes, (en su mayoría mujeres), que destinan su monto de crédito para comprar ropa, zapatos y carteras. Las de límite entre Bs. 40.000 y Bs. 100.000 alcanzan para una cantidad contada de prendas “en dos oportunidades compré ropa. Me alcanzó para una camisa y un pantalón cuando la tenía reciente, ya he pagado el gasto, pero por ahora, de querer usarla para eso, solo me alcanzaría para un pantalón de Bs. 20.000”, asegura Yesenia Useche, con un crédito de Bs. 60. 000.
Montos inalcanzables
Hace unos años, con menos inflación en el país, el venezolano lograba comprar con este objeto calificado por algunos como un “arma de doble filo”, artefactos electrónicos. Cocinas, aires acondicionados, ventiladores, lavadoras y hasta neveras, pudieron ser adquiridos por habitantes de Caracas que querían estrenar en el hogar.
Ahora, las tarjetas de crédito, sólo alcanzan para gastos mínimos. Con una de Bs. 60.000, podrían comprar dos pantalones de caballero, o en el caso de las damas, adquirir una cartera de Bs. 20.000, un pantalón de Bs. 15.000 y un par de zapatos de Bs. 25.000.
Una lavadora sencilla de Bs. 43.000 o un tostiarepas de Bs. 30. 000. Una nevera marca Haceb, de 14 pies, tiene un costo de entre Bs. 490. 000 y 530. 000, para lo que se necesitaría un crédito de al menos Bs. 550.000.
Con una disponibilidad de Bs. 100.000 en crédito, podría comprarse una cama matrimonial, valorada entre Bs. 53.000 y Bs. 89.000, sin sumarle el precio del colchón que va desde Bs. 35.000 a Bs. 134.000, dependiendo de la marca y si es ortopédico o semiortopédico, por lo que se necesitaría una segunda tarjeta o en su defecto, un crédito más alto.
Para comprar un celular, marca Samsung, podría emplearse un límite de hasta Bs. 800.000 para los que deseen adquirir un Galaxy S7. El modelo J5, tiene un costo de entre Bs. 250. 000 y Bs. 350. 000, lo que requiere una tarjeta de al menos Bs. 400. 000. Sin embargo, el más económico, con funciones básicas, tiene un costo de Bs. 15.000, mientras que los de marca Blu, van desde Bs. 59.000, (que podía comprarse con límite de crédito de Bs. 65.000), hasta Bs. 300. 000 requiriendo para este dispositivo, un crédito mucho más alto.
“El 70% de los clientes compran con tarjeta de crédito. Hay quienes ven más factible tener esa deuda que además se paga en cuotas porque el efectivo o tarjetas de débito, no alcanza para un celular caro”, dijo Alberto Márquez, encargado de una tienda de dispositivos móviles.
Unas vacaciones “fiadas”
Los viajes, en su mayoría se pueden comprar usando esta modalidad de pago, siempre y cuando el límite lo permita. Un paquete de tres días y dos noches en un hotel en Playa El Yaque, en la isla de Margarita, con traslado, desayunos, alojamiento y actividades recreativas, puede costar Bs. 27. 690.
Si su límite de crédito es de al menos Bs. 100.000, puede optar por una visita a Los Roques, pagando con su tarjeta de crédito un costo de Bs. 73. 000 por persona. Disponiendo de dos días y una noche de estadía, desayuno, lunch, cena y traslados. A estos costos deberá sumarle el valor del boleto aéreo.
Asimismo, los que prefieran el clima frío y disfrutar de un paquete turístico en Mérida con su tarjeta de crédito, deben disponer de al menos Bs. 200. 000 en la misma, ya que una habitación doble matrimonial en un hotel de la zona, tiene un valor de Bs. 158.667, lo que incluye, traslado desde el terminal terrestre, hasta el hotel y viceversa.
El manejo de equipaje, dos noches de alojamiento,tour por espacios históricos de la ciudad, un helado y una bufanda para cada integrante de la familia, están incluidos en el pago. Estos costos son solo para adultos, los niños pagan el 50% del monto, si tiene entre 5 y 10 años de edad, y la noche adicional cuesta Bs. 36. 490, según algunas agencias consultadas.
Tal parece que el ciudadano común en Venezuela, tiene poco acceso a darse “lujos” con sus tarjetas. Muchos piensan en usarla poco porque normalmente los pagos mínimos son altos y tienen que “hacer malabares” para estar al día con las mismas.
Fotos: Wladimir Campos
2016-08-17