Alejandra Pabón [email protected]
Conseguir qué ponerse para las fiestas decembrinas supuso un gran reto este año. Entre la comida y “el Niño Jesús” de los pequeños se fue la mayor parte de la plata, por lo que los estrenos pasaron a último plano en la vida de los venezolanos.
No sólo los centros comerciales han sido durante años los protagonistas para estas fechas, sino también los mercados populares, estos siempre fueron la primera opción para conseguir lo necesario a precios accesibles. Sin embargo, los costos de los productos en estos sitios están a la par de los centros comerciales.
Cerca del Cementerio del Sur, en Caracas, está el mini centro comercial Telares Los Andes. Allí, los encargados de los distintos locales aseguraron que su clientela ha disminuido 70% o más. Agregaron también que desde el comienzo de mes hasta la fecha, han tenido que aumentar la mercancía entre 20 y 25%, pues parte de los artículos en venta son traídos de afuera.
“El año pasado ni siquiera podíamos sentarnos”, aseveró el dueño de una tienda, cuya demanda bajó 60%. Ahí venden franelas para caballeros que rondan los Bs. 4 mil 800 y los Bs. 9 mil 500.
A dos locales, está la ropa para niños que es la base del negocio, pero su encargada comentó que 80% es la disminución de su clientela, algo que para la fecha no es normal. Comentó de igual forma que siguen funcionando con proveedores nacionales, por lo que los precios, a su criterio, aún están accesibles. Entre Bs. 8 mil y Bs. 12 mil cuestan las franelas para niñas, mientras que los blue jeans rondan los Bs. 18 mil; y los vestidos importados Bs. 35 mil.
En el Centro Comercial El Recreo, ubicado en la avenida Casanova, los precios no están exonerados de la realidad.
Las camisas para niños en una de las tiendas de este centro están en Bs. 11 mil y Bs. 12 mil y los pantalones entre Bs. 19 mil y Bs. 21 mil. La ropa para adultos también está costosa; en uno de estos locales visitados los pantalones para hombre oscilan entre Bs. 29 mil y Bs. 39 mil, mientras que las camisas rondan los Bs. 32 mil y Bs. 39 mil.
60% y contando, ha sido la disminución de clientela en los locales expendedores de ropa. Encargados aseguran que en años anteriores ni siquiera podían sentarse a descansar.