El Universal
La migración de los médicos venezolanos a consecuencia de la inestabilidad laboral, la iniquidad salarial, la falta de insumos para su práctica profesional y de seguridad, es una situación que preocupa al sector salud.
De acuerdo con la información suministrada por el presidente de la Federación Médica de Venezuela, Douglas León, unos 13.000 galenos han emigrado en los últimos años, de los cuales 7.600 pertenecían al sector público.
Esta cifra se suma a una aportada por el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Emigdio Balda, quien revela que cada año se gradúan alrededor de entre 200 y 250 nuevos médicos, de los cuales 40% sale del país.
Balda asegura que el común denominador que motiva a un médico a migrar es el bajo salario, la inseguridad y el discurso político hostil que se da en contra de los profesionales de la salud.
De la misma manera opina el director de la Escuela de Medicina Luis Razetti de la UCV, Aquiles Salas, quien afirma que las razones por las que un médico decide marcharse tienen que ver con los constantes ataques que desde los centros de poder reciben estos profesionales venezolanos y la escasez de insumos que terminan afectando la calidad del servicio que se les ofrece a los pacientes, además de los bajos salarios de los médicos.
El decano de la UCV argumenta que "el sueldo de un médico recién graduado no le permite mantener una familia, pues no recibe estímulos socioeconómicos que lo motiven a seguir trabajando. En Venezuela no somos competitivos en cuanto a salarios porque existen países que ofrecen beneficios económicos muy superiores", añade.
La inseguridad también ha propiciado el éxodo de médicos, que durante su jornada laboral no sólo se exponen a robos, sino a agresiones físicas y verbales que, en ocasiones, ponen en peligro sus vidas.
Ante este panorama, muchos médicos han decidido procurarse un permanente desarrollo profesional en otras naciones; principalmente en España, Estados Unidos, Australia, Ecuador y Chile.
Salas apunta que a diario acuden a su despacho médicos para realizar la respectiva verificación de sus títulos, esto con la finalidad de cursar estudio de posgrado en otros países.
"La situación es tan grave que los médicos se están marchando apenas terminan su carrera. Esto debe preocupar a las autoridades pues Venezuela se están quedando sin talentos, es decir sin generación de relevo", sentencia Salas.
El especialista sugiere atacar el problema de raíz, y lo primero que propone hacer es admitir que existe un problema; lo otro es que deben buscarse mecanismos que incentiven al médico venezolano, que se reconozca su formación alto nivel profesional y que se le estimule a través de una adecuada remuneración económica.
Ante la situación de los médicos venezolanos, el Gobierno ha optado por sustituirlos por personal extranjero, algo que Salas rechaza y advierte que es un error debido a que "ningún país del mundo ha logrado desarrollar su sistema de salud con profesionales formados en otros países".
Para Salas, el Estado estimula a los profesionales formados en la Misión Sucre, pero ha dejado de lado a aquellos provenientes de las universidades autónomas. Y admite que existe una desigualdad en cuanto a salarios y beneficios socioeconómicos, ya que los médicos integrales comunitarios reciben una mayor remuneración. "Esto no es justo, es un trabajo que debe ser remunerado de igual forma", concluye.
2015-04-16