Jesús M. Gambús | r2001@bloquedearmas
-Kilómetro cero
Ninguna llamada telefónica es bienvenida en horas de la madrugada. Y eso fue lo que pasó el 4 de febrero de 1992. Hugo Chávez , Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta y Miguel Ortiz Contreras interrumpieron nuestro sueño.
Sin que ese 4F sea el punto de arranque de la historia reciente, las imágenes que le sucedieron siguen dando vueltas en el inconsciente colectivo: la rendición de Chávez, el “por ahora”, el “gordito de la franela rosada” , el bombardeo a Miraflores, El Helicoide y la Base Aérea; Grüber Odremán, la salida de Yare. “El chiripero”, la segunda presidencia de Rafael Caldera. La aceleración se hace mayor, Caldera entrega, convalece y, en el cambio de la banda presidencial, se oye un “juro sobre esta Constitución moribunda”, seguido de un largo parto constituyente que da nacimiento a una “bicha”.
Discursos van y vienen. Son cada vez más largos. En cadena, con o sin razones, con caprichos. Así, a velocidad de match tres se pegan los cuadros de la huelga de Fedecámaras, la marcha a Miraflores, el Plan Ávila, los disparos de Llaguno, la renuncia “la cual aceptó”, los muertos, los heridos, el silencio.
Otra noche sin dormir, pronunciamientos militares, reuniones en los cuarteles. Chávez sale de escena, sube Carmona Estanga y en horas el golpe se deshace y el depuesto regresa con un crucifijo en mano llamando al diálogo, con subtítulos que enuncian “un vacío de poder”.
El tiempo hunde de nuevo el acelerador y en esta vigilia que parece eterna aparece la Coordinadora Democrática, Súmate, la recolección de firmas, la Gente del Petróleo, el “pa’fuera” a los trabajadores de Pdvsa, el paro, las colas por gasolina, la Plaza Altamira y “el paro se nos fue de las manos”.
Quedarán muchas noches de vigilia, de miedo al “exprópiese” y del asalto de los colectivos a la propiedad privada, las alabanzas a Fidel, los regalos a los panas latinoamericanos, con un líder que se va dejando una partida peor de la que encontró.
-1999-2018
Con la antipolítica instalada en casa, los partidos se dieron a la tarea de reinventarse y reclamar su espacio en una sociedad democrática. Y mire que han dado vueltas, caminado, marchado y hasta realizado bailoterapias, pero nada que se ponen de acuerdo.
De la Coordinadora Democrática a la Mesa de la Unidad, la esperanza opositora se centró en Arias Cárdenas y la cuña de la gallina; la tarjeta negra de Rosales, el flaquito Capriles y algunos ensayaron con Falcón.
Tuvo más éxito en la conquista de la Asamblea Nacional en 2015, revés mortal al chavismo que le inventó una instancia paralela. En esa búsqueda por las buenas, a la dirigencia de la MUD se le ha inhabilitado, perseguido, amenazado, sin posibilidad de hacer peso en una agenda electoral marcada siempre desde Miraflores. En la protesta de calle, la lucha opositora se ha medido a una represión feroz, la más intensa en 2017.
2018-07-30
Para mantenerte informado sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online