Jesús M. Gambús| [email protected]
El impago, la deuda no honrada a tiempo, eso es lo que las ciencias económicas llaman default. Padecerlo, más que definirlo es la pesadilla que ronda en tanto al país, al alto gobierno, y mucho más a los acreedores.
Los grandes consorcios financieros mundiales convocados por la nueva fecha del próximo pago millonario, echan una suerte de deshoje de margarita: ¿pagará, no pagará? ¿Entrará o no en default?
El tin marín pasa por echarle un vistazo a Pdvsa, la gallinita de los huevos de oro, al comportamiento de los precios del petróleo, a los ajustes económicos y la disponibilidad de pago del Gobierno.
Bolsillos rotos
Rayarse en la comunidad internacional por saltarse la fecha de pago es un riesgo mayúsculo que cierra puertas, bloquea créditos, propicia embargos, demandas y a final de cuentas desbalancea a medio mundo: a los ciudadanos, a la industria, al comercio, al gobierno y a los financistas que quedan como el viejo dibujo del prestamista que mostraban las bodegas, para no ser víctimas un cliente maula.
La estrepitosa caída en las divisas por venta de petróleo ha obligado al gobierno a cerrar el grifo en Cencoex y hacerse el loco con los sectores con los que se comprometió oficialmente a auxiliar.
¿Será aumentada las cucharadas de la amarga medicina oficial con los acreedores tocando el timbre?
Los malabarismos financieros han resultado hasta ahora, pero con un barril rondando los veinte dólares y un país que demanda alimentos, medicinas, bienes de capital y servicios provenientes del exterior, el acto de magia parece agotado.
Disciplina fiscal
Al vaciar los bolsillos para determinar con qué se cuenta para pagar, los analistas ven una variedad de opciones que van desde empeñar las reservas de oro, aunque su precio internacional haya caído en el mercado internacional, usar parte de los ahorros que mantiene en el Fondo Monetario Internacional, parte de los cuales retiró el 2015 para mejorar su liquidez o vender activos como los de Citgo.
Otros criterios ven el camino despejado hacia la ayuda del Fondo Monetario Internacional u otros entes financieros, opciónes a la que se niega el gobierno, aunque según fuentes, ha habido reuniones en privado.
Otra fórmula que resuena en los consejos de los analistas es el replanteo de los acuerdos de suministro de crudo a países de Petrocaribe en condiciones insostenibles.
Otro aporte inmediato a las divisas del país, sería exigir el pago urgente de facturas atrasadas por concepto de venta de crudo.
Deuda
Venezuela pagó 10 mil 500 millones de dólares en 2015 por concepto de deudas externas. Debió recurrir a sus reservas internacionales.
Este año debe cancelar unos 9.500 millones de dólares, entre vencimientos e intereses de deuda externa.
En febrero el Gobierno nacional debe honrar unos 2.000 millones de dólares en servicios de deuda externa, según se estima.
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2016-01-22