Valeria rodríguez Villpol /Anyela Torres
Desde el mes de julio, Venezuela pasó a asumir por segunda vez la presidencia pro tempore de la Cumbre Social del Mercado Común del Sur (Mercosur); un nombramiento que ha sido cuestionado por tres de sus países integrantes, y que hasta ahora ha generado incertidumbre, pues en vista del rechazo, aún se desconoce lo que ocurrirá con la administración de la entidad.
Tras el anuncio, Brasil, Paraguay y Argentina comunicaron su desacuerdo, debido a que consideran que Venezuela se “autoproclamó” y pasó por encima del consenso reglamentario con los coordinadores.
Días después se llevó a cabo una reunión con los coordinadores del mercado común en la ciudad de Montevideo, a la cual Venezuela fue invitada pero no asistió.
Por su parte, la cancillería venezolana convocó a otra reunión para el 24 de agosto; actividad que no se pudo llevar a cabo dado que solo asistió Uruguay. Argentina, Brasil, Paraguay y los otros socios del Mercosur no participaron del encuentro, ya que no reconocen la presidencia de Venezuela al frente del bloque.
La polémica se ha extendido más a raíz de que los coordinadores del Mercosur anunciaron que se reunirán este 2 de septiembre con la Unión Europea, pero esta vez sin Venezuela. Se tiene previsto que antes o durante este encuentro se tome una decisión acerca de la presidencia pro tempore de Venezuela.
Escenarios
Según explica el politólogo y especialista en derecho y política internacional, Carlos Luna, para la resolver esta disputa pueden plantearse dos escenarios.
El primero de ellos es que se establezca una presidencia colegiada entre los estados miembros distintos a Venezuela. “Esta opción podría hacerse sin incluir a Venezuela, porque sus condiciones de país no son lo suficientemente optimas y pueden resultar negativas al funcionamiento del Mercosur”, comenta Luna.
El segundo escenario, sería la suspensión en efecto pleno de Venezuela del Mercosur, por dos razones, la primera de ellas es por incumplimiento de el artículo 5 del protocolo y usuario de la cláusula democrática del Mercosur, que indica que cualquier estado que vea alterado su orden democrático y constitucional será suspendido por el consenso de los demás estados miembros, hasta que no se solucione la situación. Y La otra es por desacato de lo establecido en el tratado de asunción, “ya que Venezuela no se ha acoplado a todo lo que son las exigencias comerciales y ni en términos de integración”, detalla el especialista.
“Yo creo que van a buscar un punto medio, ¿y cuál es este punto medio? Salir de Venezuela del Mercosur, tratar de darle tiempo en estos seis meses, o darle los seis meses completos, para tratar de hacer una adecuación a un cambio político en Venezuela, partiendo desde la idea de que se aboga por el desarrollo del Referendo Revocatorio presidencial y entretanto hacer una presidencia colegiada del Mercosur que cubra el período, que culmina en diciembre”, opinó.
Disensión
En el Mercado Común del Sur la ley de causa y efecto también aplica.
Carlos Luna comenta que la actitud que generó inconvenientes en el bloque, fue que Venezuela se autonombrara o se “auto coronase” con la presidencia, sin haber considerado el principio fundamental para la toma de decisiones de la organización, que es el consenso.
“Los automatismos, tanto en Derecho como en política no existen. Si hay un comportamiento normal de todos los estados miembros, si todos ellos están cumpliendo con sus normas y con sus acuerdos, sí podría haber una transición secuencial desde el punto de vista administrativo”, afirma el experto en derecho internacional.
Efectos colaterales
Basado en el diagnóstico que presenta el profesor Luna, las consecuencias que puede padecer Venezuela, hasta ahora, es que tiene una baja credibilidad con respecto a sus socios comerciales del Mercosur, ya que el país manifiesta grandes fallas en su sistema político,
A futuro, lo que prevé Luna es: “una suspensión de pleno efecto del Mercosur por vía comercial, ya que Venezuela no ha cumplido su proceso de adecuación al mercado, o peor aún, que salga definitivamente del Mercado”.
Añade además que Venezuela perdería beneficios aduaneros con respecto a importación de productos de Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil. Lo que significaría que importar productos desde estos lugares, sea más costoso. “Pierde las preferencias aduaneras y entonces sería tratado como un país más y no como un socio”, aseguró Luna.
Presidencia chocona
Para finalizar, el especialista expresa que Venezuela está actuando como un “carrito chocón”, está nadando a contra corriente respecto a todo lo que es la dinámica de los países del Mercosur, y además está manejando una agenda que no es la misma que manejan estos países fundadores del bloque.
“Esta presidencia pro tempore llegó a fortalecer más la institucionalidad”
Para el internacionalista Miguel González, la llegada de Venezuela a la presidencia del Mercosur representa una gran oportunidad tanto para el país como para el mercado.
“Los otros países deben colaborar también para que se cumplan todos los mecanismos necesarios de la integración que existen entre los cinco países miembros del Mercosur para que se siga fortaleciendo”, expresa el internacionalista.
Apunta que Venezuela ya inició sus actividades como líder pro tempore del mercado, “En estos días la canciller de Venezuela visitó la India para producir un acercamiento y fortalecer aún más la relación comercial que estaba un poco dilatada. En este sentido Venezuela está desarrollando un acercamiento entre los países miembros y otros países que habían firmado acuerdos importantes con el Mercosur, por eso digo que Venezuela va a fortalecer a la institución”.
Subraya además que no existen mecanismos viables para que se aplique la Carta Democrática del Mercosur a Venezuela, ya que, a su juicio, no hay deficiencias políticas o democráticas en nuestro país.
“Estos países han tomado una actitud muy esquiva y lamentable, con respecto a la posición de Venezuela, porque ellos consideran que en este país no existen los mecanismos necesarios democráticos. Aquí hay elecciones, no hay dictadura, lo que hay son movimientos externos que están en contra de la democracia de Venezuela para que pueda existir la intervención de la nación”, dijo González.
Asegura que los países no pueden tomar esa actitud de ponerse en contra de un país socio tan solo por estar en contra de un gobierno, pues indiferentemente de la posición que tenga cada país, eso se debe respetar, porque la decisión del pueblo es la que se respeta.
2016-08-28