Arnoldo Arcaya | [email protected]
Los últimos huracanes que han azotado al Caribe y Norteamérica y el terremoto que devastó a México prendieron las alarmas en Venezuela. Los sistemas de monitoreo nacional tienen el ojo puesto en las condiciones climáticas e intentan que en caso de algún desastre natural ocurran los menos daños posibles. Sin embargo, la tarea se hace a medias por falta de apoyo del Estado.
El director de Protección Civil Miranda, Víctor Lira, asegura que los políticos, históricamente, ven la labor de ese ente y de los bomberos como un gasto y prefieren invertir el dinero en labores que den votos. Además, no toman en cuenta que Venezuela está situada sobre tres fallas tectónicas importantes y por su posición geográfica es vulnerable a huracanes, tormentas eléctrica y tsunamis.
¿El país está expuesta a sufrir catástrofes naturales?
Venezuela, por su ubicación geográfica, es vulnerable a diferentes situaciones naturales. Estamos expuestos a eventos relacionados con la extensa costa que da hacia el mar Caribe, estamos sometidos a huracanes y tormentas eléctricas, a pesar de que la historia nos dice que Venezuela no ha sufrido gran cantidad de huracanes, los expertos establecen que existe la posibilidad de que ocurra un huracán hacia el país. En los últimos años hemos sentido coletazos de fuertes huracanes que han pasado por el Caribe.
En Venezuela han dejado fuertes ráfagas de viento que han producido caída de árboles, gran cantidad de lluvias que han provocado inundaciones de carreteras y saturado terrenos generando deslizamientos de tierra, que en, algunos casos, han afectado viviendas y en otros han obstaculizando el tránsito automotor en vías principales.
Estamos expuestos a una gran cantidad de fenómenos hidrometeorológicos. Incluso, en los últimos años hemos estado simulando la posibilidad de ocurrencias de tsunamis, que, a pesar de que en el país hasta ahora hemos tenido aumento de la marea y esa agua ingresa a las viviendas ubicadas a lo largo de nuestra línea costera, no se ha producido nunca un tsunami. Tenemos una gran costa (Sucre, Nueva Esparta, Miranda, Anzoátegui, Vargas, Carabobo, Aragua, Falcón y Zulia), por lo que debemos estar preparados.
¿Y a catástrofes sísmicas?
Venezuela está en el borde de placas tectónicas que han formado tres grandes y peligrosas fallas capaces de generar sismos destructivos: Boconó, San Sebastián y El Pilar.
Las principales ciudades están sobre fallas porque las fallas han generado -del punto de vista geográfico- valles donde hay mucha tierras cultivables, cerca de las fallas es donde hay la mayor cantidad de agua y manantiales.
La falla de Boconó pasa por San Cristóbal, Trujillo, Mérida y llega a Barquisimeto.
La falla de San Sebastián es desde Valencia, Maracay, y pasa por un lado del aeropuerto internacional de Maiquetía.
La falla de El Pilar se relaciona con Barcelona, Cumaná y Carúpano.
Las fallas pueden almacenar energía que su liberación en un determinado momento puede generar sismos destructivos de 8 a 9 grados en la escala Richter, que para Venezuela sería catastrófico.
Pero a esto se suman las fallas secundarias, que están distribuidas en todo el país. En Caracas tenemos la falla de La Victoria, pasa por la parte sur de la ciudad y pudieran generar un sismo 6 o 7 grados que, a lo mejor, sería suficiente -de acuerdo al nivel de profundidad- capaz de generar destrucción.
En Caracas hay una gran cantidad de edificaciones con pantallas de cristal que en muchos casos no sabemos si se han cumplido rigurosamente las normas sismoresistentes, que son reglas de ingeniería que todo constructor debe seguir cuando va edificar. Entonces, uno se pregunta, hasta qué punto las autoridades competentes han realizado las evaluaciones para conocer si en la construcción de, por ejemplo, los edificios de la Gran Misión Vivienda, que son construidas por iraníes, rusos y gente de otros países, tienen capacidad de aguantar un sismo. A los mejor la construcción de ese tipo de edificación funciona en esos países porque los terrenos son diferentes a los de Venezuela o están sometidos a eventos naturales diferentes, pero no sabemos si aquí funcionen.
¿También el país está expuestos a riesgos antrópicos?
Los riesgos antrópicos son los creados por el hombre. Hay una gran cantidad de industrias que generan y manejan productos químicos sin control, en las ciudades no hay control de transporte de materiales químicos y hasta en “horas picos” se ven vehículos cargados de esos materiales atravesando una ciudad. Si ese camión que transporta productos químicos, mucha veces volátiles, choca y se genera una explosión que en cualquier lugar podría ser un peligro.
Tenemos grandes zonas industriales que manejan estos productos, eso podría generar también situaciones de emergencia.
La mano del hombre ha generado un cordón de miseria alrededor de Caracas, por esa cantidad de barrios que tenemos en toda la ciudad. Petare es la zona donde existe mayor cantidad de barrios en el mundo. La cantidad de viviendas sobre un mismo cerro genera una alta vulnerabilidad.
¿Estamos capacitados para enfrentar una catástrofe natural?
Ningún país del mundo está preparado completamente para atender una emergencia de gran envergadura, un desastre. Lo demostró Japón cuando tuvo un sismo hace unos años de magnitud 9, tuvieron una gran cantidad de afectaciones. Lo que sí tenemos es que prepararnos es para reducir los riesgos y cantidad de afectación que podríamos tener. Eso sí se está haciendo. Se está preparando a la población para que sepa cómo actuar ante un terremoto, deslizamiento de tierra, una inundación o un accidente de productos químicos. En eso está trabajo Protección Civil en todo el país, dictando cursos a comunidades, escuela y empresas. Se les dice qué hacer antes, durante y después de algún fenómeno natural o antrópico.
También se emprenden obras de mitigación, las cuales son obras que se adelantan para evitar una situación de tragedia, como la construcción de un muro en una comunidad.
Se ha avanzado en materia sísmica, Venezuela ha ido avanzando en las normas sismoresistentes. El problema está en saber si esas normas se cumplen o no.
Las normas antisísmicas se han ido modernizando, en un momento se decía que las edificaciones que seguían esas normas podrían resistir más ante un sismo, pero las experiencias en terremotos fue dando que esas normas evolucionaran, fueron modernizándose.
En Venezuela sí tenemos grandes especialistas que realizan los trabajos de diagnósticos, el problema está en conocer si los trabajos se les hace caso.
Tenemos un especialista en el país, José Grace, quien hizo un estudio en casi todas las escuelas, cómo se comportarían ante un sismo y determinó cuáles estaban vulnerables y cuáles no. Recomendó qué había que hacer para reforzar la estructura para que cuando llegara un terremoto no se cayera.
El estudio data de alrededor de 10 o 15 años y lo han ido actualizando.
También ha habido estudios de microzonificación sísmica que son de suelo y establecen en qué sector se siente más el terremoto. Por ejemplo, en Caracas, El Paraíso y los Palos Grandes están constituidos de un material llamado aluvión y se ha comprobado que éste amplifica la onda sísmica y causa mayor daño. Hay otros sectores que el terreno es de granito, piedra o roca y la onda rebota. Por eso, hay sectores en Caracas donde el sismo se siente más y sectores donde se siente menos.
Del punto de vista de personal, Venezuela tiene especialistas en rescate, tenemos gente que se ha ido a preparar fuera del país, tenemos funcionarios de PC, bomberos y voluntarios que se han costeado sus estudios. Han salido a prepararse en materia de desastre.
En una escuela de bomberos en Texas hay instructores que son venezolanos que preparan gente de diferentes lugares del mundo para saber qué hacer en caso de desastres.
¿Cuál es la gran debilidad?
Las autoridades nacionales, regionales y municipales no han volteado la cara para mantener a sus Protección Civil y bomberos bien equipados y motivados para realizar las labores. Tenemos bomberos disminuidos del punto de vista de equipamiento, les faltan desde el carro para atender un incendio hasta la pala para realizar una operación de rescate. No tenemos equipos para realizar rescates como los que están haciéndose en México, para abrir lozas de concreto. Muchos se han deteriorado con el tiempo.
¿Por qué presenta tantos problemas en un ente que se debería considerar importante?
Los políticos consideran este tipo de actividades que realizan Protección Civil y los bomberos un costo más que una inversión. ‘Para qué voy a invertir en equipos que no sé si voy a utilizarlos’. Prefieren gastar entonces el dinero en labores que generen votos.
El político se debe a su pueblo y dentro de ese deber tiene que garantizar la integridad y salud de sus ciudadanos.
Tenemos fortalezas como los estudios en país que dan el diagnostico de que tan vulnerables somos a diferentes riesgos. Tenemos personal capacitado en materia de rescate y atención.
Las debilidades están dadas que todavía nuestros gobernantes no han demostrado la importancia a los organismos de atención de emergencia de dotarlos de los equipos necesarios y del personal. Otra debilidad es que este país se ha politizado. Ni en policías, ni en bomberos ni en Protección Civil debería incluirse la política
Hemos visto cómo han dotado a todo el país y a Miranda no llegan los recursos por considerarla opositora. Le distribuyen vehículos a otros estados. Somos organismos neutrales que damos labores a toda la población por igual. Aquí se trabaja sin política. A veces es increíble que uno no se pueda reunir con representantes municipales de Protección Civil porque uno es el director del estado opositor. A mí me ha llamado directores de PC de un municipio oficialista diciendo que no pueden ir a una reunión porque su alcalde le prohibió asistir porque quien la convocó es el director estadal opositor. No debería suceder, pero sucede. Sucede que un alcalde le diga a su director que si “tú le pasas información al que es opositor te boto”.
¿Se hacen trabajos de mantenimiento en el Guaire?
Del Guaire se ha hablado de que se va a canalizar, pero lo cierto es que se hicieron unos trabajos, se embauló casi todo el río, pero se dejaron trabajos inconclusos a la altura del barrio La Línea de Petare, donde hay un embudo antes de que el río tome camino hacia los Valles del Tuy, ese embudo genera que siempre que hay gran cantidad de lluvias se desborde fácilmente el río generando afectaciones en el sector El Hueco del barrio La Línea y empieza a salir el agua por los desagües.
Es un problema desde hace años y lamentablemente está generando esta situación de emergencia. Además, haciéndole un recorrido al río Guaire se nota que no se le ha hecho la limpieza correspondiente por lo que hay muchas lozas que se han levantado y el agua las ha ido socavando y se convierten en obstáculos más en el pase de las aguas.
¿Qué hacer frente a eso?
Las autoridades competentes, en este caso el Ministerio de Ecosocialismo y Aguas, deben terminar los trabajos de mantenimiento, como medidas preventivas para que no ocurra una tragedia.