Jesús Barreto | [email protected]
Los once días que estuvo en el país el equipo técnico de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Venezuela fueron lo suficientemente para revelar la situación del país.
Detenciones arbitrarias, ataques contra trabajadores de la prensa, desapariciones forzadas, muertes por falta de mantenimiento en hospitales y hasta un masivo apagón eléctrico, que afectó a 19 estados por más de 150 horas fueron el marco de la visita de la misión delgada por Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU.
Todo esto sirvió para que la delegación de cinco expertos en derechos humanos, conociera en primera persona las fallas en el Estado de Derecho, en todas las áreas y niveles que padecen los venezolanos.
El colapso no paró durante la visita, que constó de recorridos por centros de salud estatales y cárceles; así como reuniones con representantes de ONG y víctimas de tortura, además de encuentros con integrantes del Ejecutivo y de la Asamblea Nacional.
A juicio de la internacionalista Giovanna De Michele, la visita, y el contexto en el que se realizó, aumenta el expediente que desde hace cinco años se ha armado contra el gobierno de Nicolás Maduro en varias instancias multilaterales, lo que incidirá en un incremento de la presión internacional.
De acuerdo con De Michele la efectividad del trabajo de la misión de la ONU "está por verse", toda vez que el documento leído por Bachelet en la sede multilateral el pasado miércoles no es definitivo. Parece que la condena a Maduro apenas empieza.
"Este fue un informe preliminar que presentó Bachelet de forma oral, a solicitud del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que le había dado plazo de un mes para pronunciarse. Lo que está claro es que esto abulta el expediente que ya existe contra el gobierno de Nicolás Maduro por la violación de los derechos humanos”, explicó.
Emergencia. La internacionalista recordó que este documento se unirá a otros tres que ya había elaborado el organismo en el último lustro, en los que se incluye uno firmado por Bachelet, publicado apenas asumió el cargo.
Todo este trabajo adelantado por la ONU ha consolidado la hipótesis sobre la existencia y agudización de la crisis venezolana por la profunda y prolongada escasez de medicinas y alimentos.
Desabastecimiento que especialistas en temas de salud y seguridad alimentaria, como Feliciano Reyna, director de la ONG Acción Solidaria y Francisco Valencia, coordinador de Codevida han catalogado como Emergencia Humanitaria Compleja, por la escalada y duración de la crisis de salud, derivada de decisiones políticas.
"Todos estos documentos confirman que está en desarrollo una crisis humanitaria, por lo tanto Maduro ya no podrá negar que existe la emergencia humanitaria compleja y tendrá que, eventualmente, aceptar la ayuda", apuntó. No obstante, aclaró que, pese a que estén dadas las condiciones para el Gobierno acepte la magnitud de la emergencia, ningún organismo internacional puede presionar por sí mismo para lograr la entrada de los insumos necesarios para atender la crisis.
"La aceptación del gobierno de Maduro de la necesidad de la ayuda no implica una acción posterior para forzar el ingreso de asistencia humanitaria", puntualizó, al tiempo que precisó que “la única forma en que se puede ordenar una intervención o injerencia humanitaria es que sea aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU. No existe otra forma y ese escenario no está planteado de ninguna forma en esa instancia”.
Para la experta no queda ninguna duda que la evidencia que los cinco expertos en derechos humanos de la ONU llevarán a Bachelet ratificarán las denuncias realizadas por miembros de la oposición y del Parlamento: "Ya está más claro en el contexto internacional que las denuncias que ha hecho la oposición respecto a la crisis venezolana no son por razones políticas, sino que es real".
Repercusiones. En el análisis del politólogo Jesús Enrique Mazzei, el trabajo de la delegación técnica de la ONU pone al Gobierno en una disyuntiva sobre su continuidad. Desde su perspectiva la escalada o no de una arremetida contra los derechos fundamentales signará las decisiones del régimen de Maduro en el corto plazo.
"El informe en su fase preliminar tiene una repercusión para el Gobierno, hay que ver si seguirá en su vulneración de los derechos humanos, que es lo que parece que está tanteando con sus más recientes actuaciones. Si refuerza su accionar esto tendrá un costo político en el ámbito internacional, donde se está evaluando qué es lo más favorable para solventar la crisis".
Mazzei definió el entorno actual, en lo interno y externo, como un "juego en varios tableros", que no favorecen una permanencia, en términos de "sana gobernabilidad", de Maduro.
"La situación de Venezuela se juega en varios tableros. El internacional, en todos sus niveles, el del Gobierno, que no es un ente homogéneo, o por lo menos no tanto como lo quieren hacer ver, se percibe que hay facciones, al menos dos; una que juega a una mayor confrontación y otra más proclive al juego político. Luego está el tablero militar", enumeró.
Según Mazzei para la oposición el margen de maniobra es mayor en el corto y mediano plazo.
"Por un lado tiene la opción de mantener el nivel de movilización de la sociedad como se ha desarrollado hasta ahora y por el otro, seguir presionando en el espectro internacional, en el que tiene cada vez mayor influencia", dijo.
2019-03-25
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