María Isabel Rangel | [email protected]
La aplicación Whatsapp aparte de funcionar como mensajería instantánea, que ayuda a conectar a todo el mundo, es un canal para delincuentes que usan esta plataforma para estafas y extorsiones, con diferentes modus operandi.
Actualmente en Venezuela rondan diferentes modalidades de triquiñuelas. La más conocida por este medio es:“Hola, soy María”.
Esta triquiñuela consiste en que desconocidos se hacen pasar por una mujer que ofrece dólares, combo de comida e incluso cupos para jornadas de vacunación contra el COVID-19. Le hacen llegar a las víctimas una cuenta bancaria en la que deben depositar el dinero de la compra.
Los delincuentes también utilizan otros nombres comunes en el país como Ana, Juan y José. Los casos de estafa se hicieron virales en redes sociales y en esta plataforma de mensajería en medio de la pandemia.
Esta aplicación en los últimos tiempos ha sido usada para cometer este tipo de delitos, incluso existen apps (aplicaciones) en las que un contacto puede descargar las fotos o videos del estado de otro usuario de WhatsApp.
Ante este fenómeno, Luis Godoy, comisario y ex jefe del Eje de Homicidios del antiguo Cuerpo Técnico de Policía Judicial (PTJ) explicó como los delincuentes obtienen los números telefónicos de los usuarios . “Estos sujetos suelen hackear los correos electrónicos y así obtienen todo tú información y las de tus contactos”.
Otras modalidades
En plataformas de ventas y pagos por redes sociales, estafadores contactan a dos personas, un comerciante y un comprador, su modus operandi se trata de engañar a ambas partes para perpetrar la estafa.
El desconocido (tercero) busca cierto articulo online, al saber el precio de este pide los datos de Zelle al vendedor y procede a crear una cuenta falsa donde oferta un producto al mismo precio del anterior. Cuando una víctima cae en la trampa del estafador este le pide que transfiera a la cuenta del vendedor engañado.
Luego de efectuar el pago, el delincuente contacta al comerciante para concretar la compra con el dinero de la persona que estafó, días después el comprador reclama al comerciante el no haber recibido su compra y ambos son engañados.
Otra modalidad vigente son las llamadas de extorsión, donde “agresivamente” amenazan a las víctimas con herirlas si no pagan en un corto plazo una gran cantidad de dinero.
Recomendaciones
El comisario Godoy sugirió a la población verificar lo que observan en plataformas como Instagram y Whatsapp. “Nunca se sabe si es verdad que es esa persona”.
Añadió que “si fingen ser alguien conocido para pedir ayuda lo mejor es llamar a esta persona y verificar quien es y que necesita”.
Expertos también recomendaron el no responder mensajes donde soliciten información personal. También exhortó avisar a familiares si fue hackeado para evitar delitos a su nombre y denunciar ante el Cicpc en caso de ser víctima.
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