¿Qué pasará con la nueva Asamblea Nacional y sus diputados? Es la pregunta que ha estado en la mesa política desde la elección del 6 de diciembre.
Cuestionada o no cuestionada, el 5 de enero se instala y hay un nuevo Poder Legislativo. Punto.
Ahora bien, el primer paso de la interrogante pasa con la elección de la nueva directiva.
Según me dicen mis fuentes, la pugna interna del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) radica entre el mensaje que quiere dar Nicolás Maduro. Él apuesta al diálogo a través de Jorge Rodríguez como presidente AN.
Por otro lado, está la mayoría de diputados rojos electos que son de Diosdado Cabello, quienes lo quieren como cabeza del Legislativo.
Entonces, tras esa diatriba,surgieron nombres como “outsiders” como Francisco Ameliach, por no ser de ninguna de las dos corrientes. Otra opción es que repita Fernando Soto Rojas, presidente del Parlamento en el año 2010.
Por su parte, la designación del titular del segundo poder más importante es el mensaje que se mandará en los próximos 361 días políticos del año.
Ahora bien, también se habla de la posibilidad que una de las vicepresidencias sea otorgada a la representación de la oposición que ganó, entre AD o hasta Timoteo Zambrano.
Sin embargo, le resto veracidad a esta información porque la cantidad de diputados que tiene la oposición no llega ni a una de las terceras partes.
Entretanto, la agenda parlamentaria está muy clara: El PSUV quiere un poquito de diálogo con el mazo en la mesa.
Asimismo, los adecos parecieran ir en esa línea en función de destrabar la situación política en el país.
El Cambio y Copei parecieran tener intereses similares sobre el tema social, por lo que me deja ver que la Alianza Democrática tiene ya distribuido las aristas.
¿Continuidad constitucional y los diputados cambiaron sus “títulos”?
En 2015, con la elección de la AN opositora, diputados principales, suplentes, directores, asistentes, apoyo técnico, amigo del amigo, se desgarraban las vestiduras por ponerse en twitter que eran de la AN.
¿Qué cambió cuando decretaron la “continuidad administrativa”? Esa es una buenísima pregunta.
En esa sesión, los voceros, que me abstengo de decir sus nombres por respeto, guapos y apoyados gritaban a viva voz que seguirían siendo parlamentarios en 2021.
Y me atrevo a ser irónico porque bastante que les dije que si seguían con esa agenda inviable, estaban expuestos a lo que venían y su respuesta fue: “hay que hacerlo”.
Sorpresivamente, nombran una nueva delegada el domingo 3 de diciembre. Presidentes y vicepresidentes de comisiones permanentes ,donde ciertamente hay parlamentarios de altura como en Política Interior, Ciencia y Tecnología, participaron.
Madurez política
Pero, también debo decir que con asombro, colocaron a parlamentarios que poco trabajaron como titulares de delegaciones tan importantes como es la de Medios de Comunicación.
Mientras todo esto pasaba, los diputados que apoyaron la continuidad corrieron a quitarse de sus redes los títulos parlamentarios.
Por último, no señalaré a nadie con nombre y apellido, pero si dejo esto a la reflexión: La madurez radica en el hecho mismo de dar la cara a las decisiones que tomamos, por muy erradas que estas sean.
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