Llegamos al momento crucial, tanto chavismo como oposición hicieron por su lado sus elecciones y tiene sus números.
El PSUV tiene 4.3 millones sobre la mesa y la oposición, de Guaidó y el G4, 3.2 millones. Esto último son datos preliminares del primer boletín sobre los votos presenciales en Venezuela de la consulta popular.
Un gran derrota para ambos factores, que probablemente al leerme sólo el primer párrafo dirán que esas no son las cifras completas. Entonces vamos con las totales: 6.2 millones de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. A eso se suma 6.4 millones de la Consulta Popular del 12 de diciembre. Algo así como el juego de niños de “mi casa es más grande que tu casa”.
Números y más números
Y lo cierto es que hubo casi 20 millones de venezolanos que no se consideran representados por nadie porque no participaron en ninguna de los dos mecanismos de participación ciudadana. ¿Eso no los hace entrar en reflexión?
Al menos el chavismo manifestó públicamente que no estaban a gusto con esos resultados mientas que Guaidó desechó el domingo una comparación. Es decir, los que votaron el 6 de diciembre para él no existen y es tremendo error político.
Ahora bien, el Psuv ya tiene definido su siguiente paso después de la época decembrina. Viene la instalación de la nueva Asamblea Nacional, la elección del nuevo presidente del Poder Legislativo. Designación de las comisiones permanentes, la instalación de la delegada, la conformación de los representantes a los parlamentos regionales internacionales.
El inicio de las investigaciones contra la oposición, y finalmente avanzar en los juicios políticos. Esa es su ruta, errada, pero la tienen.
¿Y del lado opositor de Guaidó, cuál es? Porque, ¿Para qué fue útil la consulta y que eligió? La continuidad constitucional de la Asamblea Nacional de Guaidó. ¿Con qué la van a mantener si ni siquiera que le han pagado a los trabajadores? ¿Por qué renunció el subsecretario de la AN de Guaidó? Muchos datos que el interinato no response y si se le pregunta, se molestan.
Empezamos andar en el valle de las sombras además con los ojos tapados, el liderazgo político opositor nunca antes había estado tan huérfano.
En mi opinión, creo que ha llegado el momento de hacer una profunda introspección política para poder accionar pasos concretos en función de soluciones a la gente, el conflicto y la diatriba política.
El conflicto desde hace cinco años ya tiene que quedar a un lado. Y si de diálogo se trata pues entonces que vayamos juntos porque si no han entendido, sin la unidad no se avanza entonces. Su inmadurez política es peor de lo que pensaba.
¡Cuánta falta hace Ramón Guillermo Aveledo y su clase magistral de política!
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