De espaldas, entregando unas películas a pie de todoterreno con cristales ahumados, vestido con un albornoz blanco que el vehículo le arranca al iniciar la marcha y que le deja a calzoncillo descubierto y zapatillas de casa. Así aparece David Beckham por acción y dirección de Guy Ritchie para H&M.
A partir de ahí comienza una carrera de obstáculos del futbolista para intentar recuperar su albornoz, que viaja enganchado en la puerta del automóvil por las avenidas de Beverly Hills. Calles que recorre el deportista saltando setos, cruzando pistas de tenis y patios de casas particulares donde, de paso, el astro del fútbol da un toque de espuela al balón con el que juegan unos sorprendidos niños.
Beckham, que se recoloca varias veces el calzoncillo a lo largo de su precipitada carrera, en un gesto pretendidamente sexy y, de paso, fija la atención sobre una de las prendas de la nueva colección de la firma sueca, solo pierde las zapatillas de casa cuando se lanza a una piscina para ahorrarse un tramo corriendo.
Así mojado, con tatuajes resplandecientes y cierto gesto de cansancio, el mediático inglés se concede un respiro mientras una camioneta "pick up" llena de turistas japonesas frena en seco porque las viajeras quieren retratarlo.
Tras esta humorística escena y tras recuperar aliento, Beckham reanuda la carrera con la que finaliza el anuncio que él mismo calificó, durante el rodaje, de "experiencia extraordinaria". Un papel de héroe de acción que preparó a su medida el también británico, Guy Ritchie, director de películas de culto como "Lock, Stock and Two Smoking Barrels" o la comercial "Sherlock Holmes".
La campaña Bodywear at H&M, que se estrena hoy en todo el mundo, presenta una colección de ropa interior con nuevos colores pensados especialmente para el día de San Valentín, así como detalles en rojo y azul, y ropa interior en tonos básicos. EFE