Dayana Escalona
El cuerpo sin vida de Walter Viloria, de 27 años de edad, se encontraba con varias heridas mortales causadas por el impacto de varios proyectiles. El hecho ocurrió en la autopista Francisco Fajardo, sentido oeste-este a pocos metros del Hotel California Suite.
El asesinato se registró a las 5:00 pm de este viernes, cuando se dirigía a hospedarse en el hotel, porque retornaba de un viaje de trabajo desde Puerto La Cruz.
Familiares cuentan que el ciudadano viajaba en un vehículo tipo moto KLR 650 de color negra, con una importante suma de dinero en su poder, puesto que Viloria era comerciante y maestro de obra de una contratista que trabaja con la Gran Misión Vivienda Venezuela (Gmvv).
“Estaba aquí en Caracas porque le acababa de nacer su segundo hijo, pero justamente llegó después de la hora de visita y en la clínica no lo dejaron pasar, por eso se iba a quedar en el hotel para ir a conocerlo a primera hora del día”, cuenta Daisy Navas, madre del occiso.
Navas presume que fue confundido con un funcionario policial, por la moto que tenía y una chaqueta de color negra que solía utilizar. “Los 300 mil bolívares que cargaba en ese momento y el bolso con sus pertenecías no han aparecido”, agrega.
Viloria murió en el sitio del suceso y el aviso a sus seres queridos fue de parte de los efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en horas de la madrugada de este sábado.
Viloria vivía con su madre en Valles del Tuy, específicamente en Santa Lucía. Por su trabajo siempre debía viajar de un lugar a otro, con la contratista de la Gmvv y cuando no se quedaba en su lugar de residencia, se hospedaba en este hotel gracias al pago de los viáticos.
Además del hijo recién nacido, que no se le permitió conocer este viernes en la Clínica Popular Lebrum, deja otro de cinco años de edad de su primer matrimonio. “El único consuelo que me queda, es disfrutar a mis nietos, es lo que me dejó”, añade la madre del fallecido.
A Viloria le faltaban sólo dos semestres para finalizar su licenciatura en Administración de Empresa, por el ritmo de vida que llevaba y su actual empleo, había congelado sus estudios, para retomarlos próximamente.
Navas no pierde la esperanza de que los presuntos homicidas sean identificados y se “haga justicia”, porque la zona cuenta con cámaras de seguridad quedado registrado en videos del suceso.
2015-10-04