2001.com.ve
César Augusto Garcés González, tío de la víctima, contó ayer fuera de la morgue que el barrio es peligroso, de noche porque no hay luces y nadie se queda afuera. Recordó que la noche del pasado lunes un carro pasó por el frente de la casa y comenzaron a disparar. Mauricio Enrique Fernández, de 25 años, quién de niño sufrió de meningitis y desde entonces padecía un leve retardo mental, vivía con su hermano y su padre.
Esa noche, todos se acostaron a las 9.00. Fernández guindó su chinchorro arriba de la cama de sus parientes y se durmió. Media hora más tarde una bala perdida le perforó el pulmón derecho. Las primeras investigaciones revelan que el proyectil se coló en la vivienda atravesando una puerta de madera. “Ni cuenta se dio, estaba dormido”.
Un vecino prestó su camioneta para llevarlo hasta el CDI Plateja III pero llegó sin vida. Lo calificaron como un muchacho tranquilo y atento, además los familiares aseguraron que desconocen la causa del atentado contra su casa.
Al lugar llegó la Policía regional para resguardar la zona, mientras que la Policía científica evalúa si la familia tenía problemas con algún delincuente de la zona./Con información de La Verdad
09-03-2016