Stefany Izquiel
En los últimos dos meses, una ola de crímenes ha inundado al barrio San Blas de Petare. Asesinatos, robos, saqueos y destrozos en las viviendas, se convirtieron en los delitos que asedian día a día a los habitantes de esta localidad del municipio Sucre, Distrito Capital.
"El pan de cada día"
Un hombre que creció en la zona, y que prefirió no identificarse, señaló que "los policías cuando vienen para acá, es a matar gente. Cuando simulan enfrentamientos se roban la comida de las casas y todo lo que encuentren. Uno ahora se tiene que cuidar tanto de los malandros como de los funcionarios". El mismo vecino informó que los policías constantemente asesinan a jóvenes de la comunidad que en muchas ocasiones no están vinculados al mundo delictivo y "nadie paga por esos crímenes". Ángel Cujía, quien se dedica a la comercialización de verduras y hortalizas en San Blas, dijo que "todos mis conocidos ya están muertos. Aquí siempre matan a mucha gente, pero no todos son buenos. Sí es verdad que la policía se equivoca, pero también matan a los malandros". No siempre son policías San Blas no roban ni matan a sus vecinos, pero vienen para acá y hacen el peor de los desastres". Un funcionario del Cicpc, quien pidió no revelar su identidad, expresó que "nosotros junto a las otras policías intentamos hacer el mayor esfuerzo posible para detener a los criminales, pero ellos parecen multiplicarse, siempre hay más delincuentes". Otro efectivo del bloque de Búsqueda y Captura, quien prefirió resguardar su identidad, dijo que "nosotros hacemos un trabajo que no a muchos les agrada, pero alguien debe hacerlo. Es cierto que se han cometido errores como pasa en cualquier trabajo, pero forma parte del oficio. Si ahora la inseguridad es grande, imagina que los policías dejaran de realizar los operativos en las barriadas, todo estuviera peor". En una comunidad donde los habitantes nacen, crecen y mueren rodeados de violencia, y en muchos casos a causa de ella, "los vecinos terminan por acostumbrarse a la inseguridad", dijo una mujer que reside en Pablo VI. Vecinos violentos