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Marcos Antonio Ardila González, de 72 años, fue detenido por funcionarios de la Policía Nacional, al descubrir que tenía operativa una clínica clandestina. El hecho ocurrió en el municipio Baruta, estado Miranda.
De acuerdo con la versión oficial, los uniformados recibieron una denuncia sobre el funcionamiento del centro de salud en una quinta ubicada en la urbanización Prados del Este.
El espacio no poseía permiso sanitario, documentación legal de registro de comercio y otros requisitos indispensables para la apertura y funcionamiento de centros de salud.
En el operativo se incautó una camilla, un monitor de ecosonograma, peso, tijeras, pinzas dilatadoras, espéculos, aspirador quirúrgico, esterilizador, sellos, estetoscopio y anestesia, entre otros instrumentos utilizados para prácticas de abortos.
El caso fue puesto a la orden del Ministerio Público.
2020-11-06
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