Erick S. González Caldea
Durante los 31 días del mes, secuestros, homicidios y enfrentamientos fueron una variante común en las declaraciones de los deudos en el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), ubicado en Bello Monte, quienes lloraron a sus familiares, los cuales, en su gran mayoría, murieron a manos del hampa común.
Agosto cerró con 482 cadáveres ingresados en la morgue de Bello Monte. En comparación al año pasado, cuando la cifra fue de 456, el conteo subió 5,70%.
Además de subir la cifra, en la morgue de Bello Monte hubo un cambio de imagen, al instalar una cerca presuntamente usada para obstruir el acceso a la información por parte de los periodistas y reporteros gráficos, dedicados a las noticias sobre la violencia y criminalidad en la ciudad capital.
El Valle fue el foco. Al menos 18 personas fallecieron en las calles de Los Jardines de El Valle, la mayoría por problemas relacionados a “culebras” entre hampones de la zona, como fue el caso de Omar Alexander Bruto Caldera, Darwin Blanco, Slater Brayan Siso y Yoiner Alde Caldera, quienes fueron asesinados la madrugada del 17 de agosto por hampones de la calle 12, presuntamente para controlar una plaza de drogas del sector.
Sin embargo, las muertes violentas no cesaron esa noche trágica, puesto que el 23 de agosto, durante la nueva fase de la Operación Liberación del Pueblo (OLP), seis personas fueron asesinadas, pero esta vez por acción policial.
Efectivos de la Policía Nacional Bolivariana ultimaron a seis presuntos hampones, responsables de los asesinatos ocurridos unos cuatro días antes, entre los fallecidos destacó la historia de Brayan Márquez, de 18 años de edad.
El joven estudiante de quinto año venía de una fiesta en la calle 7, de los Jardines de El Valle. Aproximadamente a las 3:00 de la madrugada, de aquel día, llegaron los efectivos policiales desplegados en la zona.
Los familiares de Brayan exhortaron a los entes de seguridad a verificar antes de “ajusticiar” a las personas, porque “solo matan gente inocente. Tiene que haber un alto en todo esto, porque asesinar en el país no es legal” .
Las granadas también sonaron. En el ámbito nacional, los casos de explosión de granadas fueron unos de los puntos de enfoque por parte de los efectivos policiales. Muertos y heridos no faltaron en agosto.
Entre los casos más relevantes destacó el siniestro ocurrido en la cárcel de Alayón , el 9 de agosto, donde cinco reclusos fallecieron y al menos 30 resultaron 30, debido a la detonación de dos artefactos explosivos, luego de que reos de la cárcel formaron un motín para presuntamente controlar las instalaciones.
Su propio hijo
Las páginas de sucesos del país también relataron los casos de femicidios ocurridos, donde la cifra de mujeres muertas cerró extraoficialmente en 117.
Entre los casos del mes, se destacó el de Irvin Aimara Medina Suárez, de 41 años de edad, fue asesinada a las 2:00 de la madrugada del 29 de agosto, por su hijo Yosleiner Alexander Medina Suárez, de 21 años, dentro de su residencia en el barrio Ruperto Lugo, de Catia.
Funcionarios en lista del hampa
Efectivos de la policías municipales, regionales; científica y nacional fueron los blancos principales de los delincuentes, quienes en lo que va de año han asesinado a 90 funcionarios de segurida solo en la Gran Caracas, en diferentes actos delictivos.
Una de las variantes en los hechos es que los hampones van en buscas de uniformados para arrebatarles sus armas de fuego; como fue el caso de Moisés Pereira, funcionario de PoliValencia, quien fue asesinado por un antisocial el 2 de agosto, cuando se trasladaba solo en una moto.
El hampón esperó a que el funcionario se detuviera en el semáforo de la avenida Lara en Valencia, Carabobo, y sin mediar palabras le disparó en el cuello, y se llevó su arma reglamentaria.
Las otras formas de muertes registradas por la prensa, son en enfrentamientos con hampones. El último caso del mes fue la muerte de oficial Ricardo David Rangel Vásquez, adscrito a PoliIndependencia, quien murió a las 1:00 de la madrugada del 29 de agosto, luego de que unos hampones se enfrentaran con un comando de efectivos.
Familiares de los fallecidos, por lo general, no tienen esperanzas de que se haga justicia, aún así siempre piden ayuda al Estado.
2016-09-01