Zulvyn Díaz | [email protected]
Falta de luz y agua potable son las principales causas que contribuyeron al cese de la operatividad en dos de las cuatro morgues, de la red hospitalaria de la ciudad de Caracas, autorizadas por el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses, según informaron fuentes del organismo.
En el Hospital General de Lídice Dr. Jesús Yerena, ubicado en La Pastora, la falta de agua potable obligó a los trabajadores del recinto “a buscar tobos de agua en la comunidad” para poder lavar los cadáveres y los pisos del área. Esta situación se agudizó de tal modo que el lugar paralizó sus funciones desde octubre del año pasado, aseguraron trabajadores del lugar, que pidieron reserva en su identidad.
Agregaron que el lugar solo cuenta con un patólogo que labora por las tardes y eran ingresados los cuerpos con decesos “por determinar”.
En el hospital Leopoldo Manrique Terrero, conocido como Periférico de Coche la situación no es diferente. La quema de un transformador de corriente, que no fue reparado ni reemplazado, pese a los numerosos reportes que se hicieron, propició el cierre de la unidad en noviembre pasado.
Los trabajadores detallaron que durante el incidente eléctrico, el tablero que controla otras áreas del centro asistencial afectó el funcionamiento de otros servicios del único hospital con el que cuenta una de las parroquias más peligrosas y violentas del Área Metropolitana. A esta sede eran ingresados los cuerpos que presentaban heridas por arma de fuego y por arma blanca.
En la morgue del hospital Domingo Luciani y otra situada cerca de la Sub Delegación del Cicpc en Caricuao, solo se practican exámenes médicos legales y psiquiátricos.
En la sede de Bello Monte se almacenan los cuerpos, procedentes de varios hospitales de Caracas y Miranda. Durante el fin de semana, siete cuerpos ingresaron al lugar, todos por enfrentamiento.
2019-02-07
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