Redacción 2001.com.ve | Jesús Gambús | [email protected]
Los crímenes son cada vez más horrendos. La cantidad, la recurrencia y la perversidad de los actos violentos rebasan lo visto en la historia de la delincuencia venezolana, mientras la justicia sigue a la zaga, en la banca, sin cumplir o cumpliendo a medias con la sociedad.
Ese es el panorama general en el que coinciden el arquitecto Marco Tarre Briceño con sociólogos y criminólogos reunidos días atrás en el Foro del Observatorio de Delito Organizado, con demás expertos estudiosos del fenómeno.
Tarre Briceño subraya que la creciente ola de violencia y criminalidad desatada a partir de 1999 alteró con creces, la calidad de vida del venezolano.
El giro político que se impone a la llegada al poder del expresidente Hugo Chávez, marca, además, un desvió de atención del colectivo del tema de la corrupción, una de las causas de la "escalada criminal sin precedentes", al de la criminalidad.
Aquí mando yo
Un análisis a simple vista muestra el desbalance de la ecuación de la seguridad: por un lado están los policías y los guardias con armas 9 mm y una escopeta por cada 10 funcionarios, y por el otro, la delincuencia al control de granadas y fusiles de guerra como el Kalashnikov y el M16.
Un examen aún más profundo revela que el crimen organizado dispone además de municiones, celulares, sistemas de computación y vigilancia, motos, automóviles y hasta drones, en su radio de acción.
"Toque de queda"
Una muestra del poder que ejercen las bandas criminales en el país se practicó en Tumeremo, estado Bolívar, tras la masacre de los mineros que conmovió al país.
El periodista Javier Ignacio Mayorca, otro de los exponentes en el Foro del Observatorio del Delito Organizado, recuerda la fecha: cuatro de febrero de 2016. Ese día, una alianza de bandas implantó "un toque de queda", un recurso – apunta – reservado al Estado, a través de sus instituciones castrenses. Pero los matones tomaron el mando.
Destaca más adelante que, "los toques de queda" de 2016 fueron implantados por las organizaciones delictivas. Y se cumplieron.
Alma Mater
Las preocupaciones de los expertos criminólogos fuera y dentro del Foro han seguido de cerca el paso de cientos de niños y jóvenes que asisten a una especie de escuela del malandraje.
El nivel básico se inicia con las ventas puntuales de drogas, se premia con un arma, sigue con un atraco, un asalto, un secuestro, un homicidio, como materias del pensum y se corona con el título de pran, su máxima distinción.
Maestría
La crisis económica ha venido a servir más oportunidades para esta delincuencia organizada que ha visto una veta de oro con el bachaqueo y la distribución de alimentos.
En una nota del Observatorio del Delito Organizado, su presidente, Luis Cedeño, reveló en mayo que una encuesta en hogares indicó que el 66% de los consultados entre julio y septiembre de 2015 estima que la venta de productos regulados es uno de los delitos más frecuentes en su entorno. Y remataba: "Ellos perciben el bachaqueo como un delito organizado que ha dejado en segundo plano el secuestro y el tráfico de droga. Esta práctica ha resultado ser menos riesgosa y más ventajosa en lo económico para las mafias que la controlan".
Sobre este asunto, Mayorca aseguró que "el decreto presidencial que da origen a la Gran Misión Abastecimiento Soberano, abre nuevos espacios para los colectivos. Y añade que ya el terreno estaba servido con el estado de excepción y emergencia económica, en el que el Gobierno les otorgaba ciertas funciones a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
Debilidades
Para el criminólogo y exfuncionario del Cuerpo Técnico de Policía Judicial (Ctpj), Javier Gorriño, las "zonas de paz", creadas en 2013 derivaron en zonas de tolerancia con la unión de las megabandas a las que se intentaban desmovilizar.
Otros profesionales apuntan los resquicios que deja la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (Lopnna), que impide la detención de menores de 14 años, y así los hace prospectos para unirse a las bandas de los barrios marginales.
2016-07-24