dayana escalona
Tras un robo perpetrado a pocos metros de la Escuela Gran Colombia, en la avenida Roosevelt de Caracas, falleció José Antonio Díaz, de 56 años de edad, luego de ser herido por el paso de un proyectil el pasado miércoles 11 de noviembre.
El hecho ocurrió cuando Díaz llevaba a su esposa a su lugar de trabajo, ubicado en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) Ludovico Silva en el sector El Cementerio y se dispuso a hacer una parada para comprar el desayuno en un puesto de empanadas, dejando a su pareja en el vehículo.
“Cuando estaba pagando se percató que un motorizado se paró en la ventana del puesto del copiloto y estaba robando a su señora, se acercó al lugar y comenzó a forcejear con el delincuente que estaba armado. Lamentablemente al ladrón se le escapó un disparo que le entró por la espalda y salió por el estómago”, relata Brenda Díaz, hija de la víctima.
Familiares indican que inmediatamente José Antonio Díaz fue trasladado a la Clínica Atías, donde fue intervenido quirúrgicamente, porque la herida le causó daños considerables al intestino grueso y posteriormente muere a las 11:20 am del jueves 12 de noviembre.
“Yo pienso que si lo hubiesen atendido bien en el centro asistencial, mi padre seguiría con vida. Me atrevo a decir que fue mala praxis, porque luego de la operación cuando estaba en terapia intensiva no estaba conectado a ningún aparato que estuviese monitoreando si estaba estable o no”, explica Díaz.
El fallecido era comerciante particular de equipos de sonido para vehículos y tenía alrededor de ocho meses alquilado en un edificio de la Gran Misión Vivienda Venezuela (Gmvv), que está frente a la delegatura del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Parque Carabobo.
El delincuente, después del disparo que se produjo producto del forcejeo con la víctima, despojo a la pareja de sus pertenencias.
2015-11-15
Tras un robo perpetrado a pocos metros de la Escuela Gran Colombia, en la avenida Roosevelt de Caracas, falleció José Antonio Díaz, de 56 años de edad, luego de ser herido por el paso de un proyectil el pasado miércoles 11 de noviembre.
El hecho ocurrió cuando Díaz llevaba a su esposa a su lugar de trabajo, ubicado en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) Ludovico Silva en el sector El Cementerio y se dispuso a hacer una parada para comprar el desayuno en un puesto de empanadas, dejando a su pareja en el vehículo.
“Cuando estaba pagando se percató que un motorizado se paró en la ventana del puesto del copiloto y estaba robando a su señora, se acercó al lugar y comenzó a forcejear con el delincuente que estaba armado. Lamentablemente al ladrón se le escapó un disparo que le entró por la espalda y salió por el estómago”, relata Brenda Díaz, hija de la víctima.
Familiares indican que inmediatamente José Antonio Díaz fue trasladado a la Clínica Atías, donde fue intervenido quirúrgicamente, porque la herida le causó daños considerables al intestino grueso y posteriormente muere a las 11:20 am del jueves 12 de noviembre.
“Yo pienso que si lo hubiesen atendido bien en el centro asistencial, mi padre seguiría con vida. Me atrevo a decir que fue mala praxis, porque luego de la operación cuando estaba en terapia intensiva no estaba conectado a ningún aparato que estuviese monitoreando si estaba estable o no”, explica Díaz.
El fallecido era comerciante particular de equipos de sonido para vehículos y tenía alrededor de ocho meses alquilado en un edificio de la Gran Misión Vivienda Venezuela (Gmvv), que está frente a la delegatura del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Parque Carabobo.
El delincuente, después del disparo que se produjo producto del forcejeo con la víctima, despojo a la pareja de sus pertenencias.