AP
Ohio va a aumentar la dosis de los fármacos empleados en inyecciones letales, informó el estado, al tiempo que defendió la ejecución en enero de un recluso cuya muerte entre estertores y jadeos llevó a una demanda por parte de su familia y a exhortos para declarar una moratoria.
La nueva política del estado aumenta considerablemente la dosis del sedante usado en su combinación de dos fármacos e incrementa la cantidad del analgésico, de acuerdo con un documento presentado en la corte. El estado dijo que hacía los cambios "para despejar cualquier preocupación" causada por la ejecución.
El Departamento de Rehabilitación y Correccionales dijo que su revisión de la ejecución el 16 de enero de Dennis McGuire determinó que él estaba dormido e inconsciente unos pocos minutos después que se administró la inyección letal y que su ejecución fue conducida de forma constitucional.
"No sufrió dolor, ni angustia ni disnea una vez los fármacos fueron administrados, ni cuando los movimientos corporales y sonidos ocurrieron", dijo el estado.
El departamento dijo que no encuentra "que haya daño en aumentar las dosis de sus fármacos", tras consultar con su experto médico y examinar los procedimientos de otros estados, dijo la portavoz JoEllen Smith.
El cambio de política del estado se produje 30 días antes de la próxima ejecución, programada para el 28 de mayo, cuando un hombre sentenciado por el asesinato de un vendedor de verduras en Cleveland deberá ser ejecutado.
La ejecución de 26 minutos de McGuire fue la más larga desde que Ohio reanudó las ejecuciones en 1999. Sus hijos se quejaron de que eso equivalía a tortura, diciendo que "nadie merece pasar por eso".
El abogado de la familia McGuire criticó el reporte del estado, diciendo que se apoyaba en un experto médico que predijo antes de la ejecución de McGuire que éste no iba a sufrir disnea (intentos desesperados por respirar cuando uno se está asfixiando).