El bizcocho de leche caliente, conocido originalmente como Hot Milk Cake, es un bizcocho de origen estadounidense que destaca por su miga especialmente tierna, suave y sabrosa. A diferencia de otros bizcochos clásicos, la clave está en verter leche caliente mezclada con mantequilla y vainilla sobre una base de huevos batidos con azúcar, lo que aporta una textura muy delicada y esponjosa.
Se trata de una versión sencilla y tradicional del bizcocho casero, con ingredientes básicos como huevos, azúcar, harina, levadura química, leche, mantequilla y vainilla. El truco está en calentar la leche con la mantequilla y la vainilla hasta hervir, y luego incorporarla directamente sobre los huevos batidos con azúcar. Esto provoca un choque de temperaturas que termina generando una miga sorprendentemente tierna y uniforme.
Bizcocho de leche caliente
Ingredientes
4 huevos
300 gramos de azúcar
250 ml de leche entera
220 gramos de mantequilla
1 vaina de vainilla
300 gramos de harina de trigo
10 gramos de polvo de hornear
Una pizca de sal
Azúcar glas
Preparación
- Precalienta el horno a 180 °C.
- Bate los huevos con el azúcar durante unos 3 minutos, hasta que la mezcla adquiera un color blanquecino y aumente de volumen.
- Calienta la leche con la mantequilla y las semillas de vainilla hasta alcanzar el punto de ebullición.
- Vierte la leche caliente sobre la mezcla de huevos y azúcar, batiendo con cuidado para integrar sin cocer los huevos abruptamente.
- Incorpora la harina tamizada junto con la levadura y una pizca de sal.
- Mezcla solo lo justo hasta integrar.
- Vierte la masa en un molde desmontable de unos 20 a 23 cm de diámetro, forrado con papel de hornear.
- Hornea unos 55 minutos a 180 °C hasta que el palillo salga limpio.
- Deja reposar 10 minutos antes de desmoldar.
- Deja enfriar completamente el bizcocho sobre una rejilla.
- Antes de servir, espolvorearlo con azúcar glas para un acabado elegante y dulce.
¡Buen provecho!
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