Congelar alimentos es una técnica de conservación que consiste en reducir su temperatura por debajo de 0 °C para detener el crecimiento de bacterias, hongos y otros microorganismos que provocan su descomposición. Este proceso ralentiza las reacciones químicas y enzimáticas, lo que ayuda a mantener el sabor, el color y el valor nutricional de los productos por más tiempo.
Se utiliza en carnes, pescados, frutas, verduras, panes y comidas preparadas. Entre sus beneficios está prolongar la vida útil de los alimentos, reducir el desperdicio y permitir planificar las comidas con anticipación. También ofrece comodidad, ya que se pueden almacenar ingredientes de temporada para disfrutarlos en cualquier momento del año.
Sin embargo, es importante congelar de forma adecuada y respetar los tiempos recomendados para evitar cambios en la textura o pérdida de calidad, y a continuación, te hablaremos de las consecuencias negativas de congelar carnes.
¿Qué puede pasar al congelar la carne?
Congelar la carne de forma incorrecta puede comprometer tanto su calidad como la seguridad alimentaria. Un riesgo frecuente es la “quemadura por congelación”, que ocurre cuando el aire entra en contacto con la carne mal envuelta. Esto provoca deshidratación, manchas opacas y sabores desagradables, y en casos extremos puede alterar irreversiblemente las proteínas.
La formación de cristales de hielo grandes, debido a una congelación lenta, también daña la textura y libera jugos, empeorando la experiencia de consumo. Por ello, es aconsejable congelar la carne rápidamente y mantener una temperatura constante y baja, evitando fluctuaciones, cerrar bien el congelador y no sobrecargarlo.
Otro fallo común es congelar carne que está a punto de estropearse. Aunque la congelación detiene el crecimiento bacteriano, no lo elimina. Al descongelar, esos patógenos pueden volver a activarse, por lo que si la carne ya mostraba signos de deterioro, puede ser peligrosa.
También importa la forma en que se congela, especialmente en carne picada, si se coloca en forma cilíndrica, se descongelará de manera desigual, lo que prolonga el tiempo en zona templada y favorece el crecimiento microbiano. Se recomienda congelarla en forma plana para acelerar y uniformizar la descongelación.
¿Cómo descongelar?
El método de descongelación es clave. Descongelar la carne a temperatura ambiente es peligroso, pues favorece una rápida proliferación bacteriana. Lo más seguro es hacerlo en el refrigerador, con una temperatura inferior a 4 °C, durante 24 a 48 horas antes de su uso.
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