Caminar es una actividad física muy positiva, no solo porque es una forma accesible, económica y fácil de hacer ejercicios, sino también porque está demostrado científicamente que es bueno para la salud física y mental.
Una caminata diaria puede ayudar a prevenir muchas dolencias, enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes, y varios tipos de cáncer. Además, según refiere National Geographic, caminar mejora la inmunidad y mucho más.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que, para poder disfrutar de los beneficios de esta actividad física, se debe andar 30 minutos al día, este tiempo es suficiente para que el organismo obtenga mejoras asociadas a la práctica. Vale acotar que, la velocidad y el tiempo son clave, porque se debe ir aumentando el ritmo y el tiempo progresivamente para obtener mejores resultados, comparte Onda Cero.
¿Cuánto tiempo se debe caminar?
Estudios demuestran que caminar unos pocos minutos pueden generar un impacto significativo en la salud física y mental. Esta actividad de forma regular durante cinco minutos a una hora resulta de mucho beneficio. Adoptar la caminata como un hábito ayuda a regular el nivel de azúcar en la sangre, hasta mejorar la memoria y el estado de ánimo. También mejora la oxigenación en la sangre, ayuda a quemar calorías, previene el sobrepeso, fortalece el corazón, reduce los antojos de dulces y el riesgo de cáncer de mama.
Por ejemplo, caminar entre dos y cinco minutos después de comer ayuda a que los niveles de azúcar en sangre suban y bajen de manera más gradual; e incluso se observaron niveles más estables de insulina, refiere Infobae.
Datos científicos
Las caminatas breves mejoran el estado de ánimo, incrementan la autoeficacia y motivan a continuar con la actividad.
Mientras que, cuando una persona camina 10 minutos a una intensidad moderada, puede reducir la presión arterial sistólica de forma significativa, sobre todo si repite la actividad en varias sesiones en un mismo día, según The Journal of Human Hypertension. Es decir, estas caminatas reducen el riesgo de enfermedades cardíacas, padecer ictus y varios tipos de cáncer.
De igual manera, estudios científicos concluyen que 30 minutos de caminata acelerada al menos tres veces por semana mejora la densidad ósea, aumenta la vialidad y reduce las emociones negativas, la ira, la fatiga y la tensión.
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