El consumo de proteína animal es esencial para la dieta humana, esto gracias a su valor biológico y la variedad de aminoácidos que proporciona, los cuales son cruciales para el crecimiento, la reparación de tejidos y el funcionamiento adecuado del cuerpo.
Por otra parte, su consumo ayuda en la absorción de nutrientes, fortalece el sistema inmunológico y contribuye a la función de órganos y músculos, refiere la Inteligencia Artificial.
¿Cuál es la importancia de la proteína animal?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la dieta de un adulto sano incluya una proporción de 75% de la proteína vegetal y 25% de proteína animal.
La proteína animal presente en carnes, huevos, lácteos y pescados, son una fuente completa de aminoácidos esenciales y juegan un papel importante en el crecimiento, la reparación de tejidos y el funcionamiento del sistema inmunológico.
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) “carne, huevos y leche son una fuente esencial para los más vulnerables”, comparte la Real Academia Europea de Doctor. Además, dicho informe indica que, “En concreto, la carne, los huevos y la leche son fuentes cruciales de nutrientes muy necesarios que no pueden obtenerse fácilmente de alimentos de origen vegetal. Según el estudio, estos alimentos son especialmente importantes durante etapas fundamentales de la vida como el embarazo y la lactancia, la infancia, la adolescencia y la tercera edad”.
Cabe acotar que, su consumo en exceso puede asociarse con problemas de salud como, aumento en el riesgo de enfermedades cardíacas y problemas de sobre peso.
Partiendo de ello, muchas son las personas que han optado por dietas libres de proteína animal, pero, allí se presenta una interrogante, es esto realmente saludable.
¿Qué dicen los expertos?
Eliminar la proteína animal de la alimentación y seguir una dieta al estilo veganismo tiene tanto beneficios como desventajas.
La Universidad de Harvard comparte que las dietas basadas en plantas bien planificadas no solo favorecen el medio ambiente, sino que también mejoran la salud cardiovascular, proporcionan todos los nutrientes necesarios para el cuerpo humano, y se asocian con un envejecimiento saludable.
Sin embargo, no recomiendan eliminar el 100% de la proteína animal. Aunque están a favor de reducir el consumo de carnes rojas y procesadas, no invitan a eliminar totalmente la proteína animal para todos.
La clave está en moderar el consumo, no en eliminarla en su totalidad, y para ello se sugiere limitar el consumo a unas dos porciones al día, por ejemplo, una taza de yogur y 85-113 gramos de pollo o pescado, y aumentar la ingesta de proteínas vegetales, frutas, verduras y granos integrales.
Es decir, una dieta vegana debe hacerse responsablemente y cuidando la calidad de los alimentos que se ingieren, pues como indican expertos de Harvard, “una dieta vegana poco saludable, rica en granos refinados, bebidas azucaradas, alimentos fritos y procesados, puede ser tan perjudicial o incluso más que una dieta que incluya una ingesta moderada de productos animales saludables”.
En conclusión, la clave está en una dieta basada en alimentos integrales y mínimamente procesados. Es decir, aumentar la ingesta de alimentos de origen vegetal y reducir el consumo de carnes rojas y procesadas.
Visita nuestra sección Variedades
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube
