La artritis es una enfermedad crónica autoinmune que provoca hinchazón y sensibilidad de una o más de las articulaciones.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta enfermedad afecta entre el 1 y 1,5% de la población mundial; “además, en Latinoamérica, cifras de la Organización Panamericana de la Salud, indican que hay 34 millones de personas con discapacidad permanente y 140 millones con discapacidad temporal a causa de las enfermedades reumáticas”, refiere la web del Gobierno de México.
¿Quiénes pueden sufrir de artritis?
Expertos señalan que el principal factor de riesgo para la artritis es la predisposición genética, y según datos, se ha comprobado que debido a ello puede aumentar hasta 70% la posibilidad de desarrollarla.
Por otra parte. Estudios demuestran que las mujeres entre la tercera y cuarta etapa de la vida son más propensas a padecer esta enfermedad, aunque los hombres, niños y jóvenes no están exentos de padecerla.
Factores de riesgo
Expertos de la Clínica Mayo comparten que entre los factores de riesgo se encuentran los antecedentes familiares, edad, sexo, lesión articular previa y obesidad.
Vale acotar que contrario a lo que se cree, esta enfermedad no solo afecta a personas mayores, de hecho, los niños y jóvenes pueden desarrollar un tipo de artritis que recibe el nombre de artritis idiopática juvenil. Estas es una forma de artritis que puede presentarse en niños y los síntomas y la cantidad de articulaciones afectadas puede variar, explican expertos de MedlinePlus.
Quienes señalan que se desconoce la causa exacta de la artritis juvenil, como se le denomina a esta enfermedad cuando afecta a los niños.
¿Por qué la desarrollan los niños?
Se desconoce cuál es la causa de esta enfermedad, sin embargo, el sitio web KidsHealth comparte que “algún elemento del entorno, como un virus, puede desencadenar la enfermedad en aquellos niños que ya presentaban unos genes que los hacían especialmente proclives a desarrollarla”.
Esta enfermedad no es contagiosa, es una enfermedad autoinmunitaria, por lo que el sistema inmunitario de un niño con artritis idiopática juvenil ataca a las células sanas del organismo como si fueran nocivas, liberando unas sustancias químicas que provocan el dolor y la inflamación articular que experimenta el niño con artritis.
“A veces, los niños con artritis idiopática juvenil pueden pasar mucho tiempo, hasta meses o años, sin que les moleste la enfermedad. Pero luego vuelven a presentarse algunos síntomas”.
Estas crisis, episodios, brotes o ataques como se le conoce, ocurren de forma natural y no se pueden prevenir.
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