El mal dormir y los fuertes dolores de espalda pueden ser consecuencia de múltiples factores como periodos de estrés, sobre carga de trabajo, malas posturas, desajustes en los horarios o el calor.
Todo ello puede impedir conciliar el sueño y tener un descanso reparador, y en consecuencia despertar cansado y con muchas molestias musculares, siendo el dolor de espalda la molestia más común y que puede variar desde un dolor leve y constante hasta un dolor punzante y repentino.
Causas y síntomas de los dolores de espalda
Generalmente aparece sin una causa aparente, pero puede deberse a torceduras musculares o de ligamentos, abultamiento o rotura de disco, artritis, osteoporosis o mal dormir.
El dolor de espalda al despertar es más común de los que se cree y esto puede ser causado por una mala postura al dormir, un colchón o almohada inadecuados, tensión muscular, o problemas de columna, refiere la Inteligencia Artificial.
Este dolor puede variar desde un dolor muscular hasta una sensación de ardor o dolor muy agudo o punzante. Además, se puede extender hacia la pierna.
Incluso, refiere la Clínica Mayo que agacharse, girarse, levantar peso, estar de pie o caminar puede empeorar el dolor.
La clave… mejora la manera de dormir
Dormir bien no solo ayuda a aliviar estas molestias, también favorece la salud física y mental, por lo que es clave implementar cambios que mejoren la manera de dormir y evitar errores como las malas posturas al acostarse o usar almohadas inapropiadas.
En tal sentido, puedes acostarte boca arriba, apoyar el cuello en una almohada y colocar otra debajo de las rodillas para ayudar a relajar los músculos de la espalda. Pero, si prefieres dormir boca abajo, coloca una almohada debajo de la cabeza y otra debajo de la cadera y la parte inferior del estómago para reducir la tensión de la espalda.
Por otra parte, una fisioterapeuta ha compartido a través de su cuenta en Instagram cuál es la forma idónea de dormir. Indica ABC que la experta señala que se necesitan dos almohadas, una horizontal y otra vertical, luego la persona debe situarse de lado dejando el hombro libre, nunca metiendo el brazo debajo de la almohada porque el hombro y la cervical sufren mucho.
Es decir, opta por dormir sobre un costado, acerca las piernas al pecho y coloca una almohada entre las piernas. Esta posición quita presión a la columna vertebral, mejora la calidad del sueño y se evitan los dolores de espalda.
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