2001Online.com | Solangel González
Si bien es cierto que la piel que cubre las articulaciones es mucho más gruesa y resistente que la del resto del cuerpo, también es cierto que deben hidratarse y exfoliarse con mucha más frecuencia que las áreas de mayor sensibilidad, debido a que se maltratan y resecan más rápido.
El continuo roce con la ropa y otros objetos, los cambios climáticos y la falta de hidratación son algunas de las causas frecuentes de la resequedad en la piel de estas zonas, que nunca dan problemas, pero sufren por el descuido. Aunque forman parte del cuerpo, los codos, las rodillas y los talones, son áreas que terminan siendo olvidadas; algunas veces por falta de tiempo y otras por descuido personal.
La hidratación viene siendo la actividad más importante para la salud y la belleza de la dermis, su nivel dependerá del equilibrio entre el agua que posee el organismo y la pérdida de ésta.
No exagere con las duchas
Tomar duchas frecuentes y con jabones fuertes que tenga un pH alto puede aumentar la resequedad de la piel, pues altera la barrera cutánea normal llamada también barrera hidrolipídica. Para evitar el daño se recomienda:
• Disminuir el tiempo en la ducha.
• Ducharse con agua tibia, no caliente.
• Moderar el uso del jabón, limitar su uso a las áreas genitales, axilas y rostro, o comprar jabones recomendados por dermatólogos.
• Secarse bien y con suavidad.
100% natural
Opta por tratamientos naturales para cuidar estas zonas. Algunas alternativas:
– Mezcla jugo de limón con una cucharadita de azúcar y úntala por 30 minutos en los codos y las rodillas. También puedes usar el limón sólo aplicándolo con un algodón, pero no olvides retirarlo por completo y no exponerse a la luz del sol porque puede ocasionar manchas irreversibles.
– Después de la ducha con agua tibia, aplica con movimientos circulares durante cinco minutos, una crema preparada con mantequilla, sal marina fina y aceite de almendras. Luego retira con agua tibia y aplica la crema hidratante de tu preferencia.
– Aplica yogurt mezclado con avena. Déjalo actuar por cinco minutos, retíralo y aplica una crema hidratante.
– Combina azúcar morena o blanca muy fina, aceite de oliva, jugo de limón o aloe vera y aceite de esencia. Al terminar la ducha, con un algodón, aplica la mezcla en las zonas afectadas, espera unos minutos y retírela con agua.
Se recomienda aplicar estos tratamientos naturales mínimo dos veces a la semana durante un mes para mejores resultados.
Importante
– Exfolia la piel al menos una vez por semana.
– Bebe mínimo ocho vasos de agua al día para mantenerte hidratada y cuidar la piel.
2020-09-10
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