Los accesorios para el baño no deben comprarse solo con el fin de decorar y que el lugar se vea lindo, estos deben cumplir una función y para ello deben estar en perfectas condiciones.
Evidentemente con el paso de los días estos comienzan a acumular sarro y si no se les hace un mantenimiento oportuno pueden albergar innumerables bacterias y gérmenes perjudiciales para la salud.
¿Qué son los accesorios para el baño?
Muchos son los elementos que forman parte de los accesorios para el baño, y estos tienden a transformar visualmente el espacio y además, agregan funcionalidad.
Cuando hablamos de esos accesorios nos referimos especialmente a los toalleros, estantes, portapapeles, espejos, cortinas, anillos para toallas, jaboneras, porta cepillos de dientes o portaescobillas, entre otros.
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Mantenimiento
Todos estos elementos son prácticos y funcionales, pero es necesario cuidarlos y limpiarlos con frecuencia para alargar su vida útil, y evitar problemas de salud, pues como señalamos, acumulan bacterias.
Eliminar el sarro de estos accesorios es fundamental para que estéticamente se vean bellos, pero también se mantengan libres de entes contaminantes y nocivos para la salud.
¿Qué hacer?
Es clave limpiarlos con agua corriente y un detergente líquido, puede ser lavaplatos.
Para ello, humedece un paño limpio con un poco de agua, luego vierte un poco de jabón y frota suavemente las superficies de los accesorios.
En caso de que tenga algunos rincones de difícil acceso, puedes recurrir a un cepillo de dientes viejo para llegar a esos lugares más complicados.
Una vez finalices, enjuaga con agua clara y seca muy bien con un paño limpio y preferiblemente que no bote pelusas.
En cuanto a la jabonera, debes lavarla a profundidad una vez a la semana y lo ideal es conseguir una con agujeros para evitar que acumule líquido enjabonado y humedad debajo del jabón.
Para hacer una limpieza semanal profunda del cepillo y el portacepillo del inodoro, debes enjuagar el cepillo aprovechando la descarga del inodoro para darle un primer enjuague y eliminar los residuos superficiales.
Luego puedes utilizar agua caliente y cloro para colocar en remojo en un balde. Se recomienda utilizar 100 ml en 5 litros de agua, por ejemplo. Finalmente coloca a secar al sol.
En cuanto a la limpieza del portacepillos de dientes depende de su forma, si es un vaso viejo o un sujetador de metal, los puedes lavar en el lavaplatos una vez por semana, pero si es de cerámica, la tarea es un poco más compleja.
Acaba con el sarro con agua jabonoso e incluso puedes usar enjuague bucal, ya que está diseñado para eliminar bacterias, por lo que es perfecto para limpiar tu portacepillos de dientes.
Lo único que tienes que hacer es cubrir el portacepillos con el producto, dejarlo actuar por una hora, enjuagarlo y quedará como nuevo.
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2022-07-14
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