El cheesecake se elabora con una base crujiente de galletas trituradas mezclada con mantequilla y azúcar.
Este postre es un clásico de la cocina americana, su principal ingrediente es el queso crema. Su textura esponjosa y untuosa que se puede servir en cualquier ocasión y si se deja de un día para otro toma mejor consistencia.
Es originaria de la antigua Grecia, se cree que se elaboró en el año 776 antes de Cristo, los primeros atletas de la historia de los juegos olímpicos la consumían como fuente de energía.
Actualmente, existen muchas versiones del cheesecake tradicional, puedes prepararlo con relleno de chocolate, fresa, brownie, etc.
Para elaborarlo en casa debes tener todos los ingredientes a temperatura ambiente. Para garantizar que se pueda desmoldar con facilidad busque un molde redondo y de fondo desmontable.
Puede hornear la base de galleta o enfriarla en la nevera, eso depende de tu gusto. Si la vas a colocar en la nevera debes dejarla varias horas.
Si la llevas a hornear puedes hacerlo con o sin baño María, pasado el tiempo establecido de cocción, retira y pasa un cuchillo mojado en agua caliente alrededor del cheesecake, esto le ayudará que no se agriete mientras se enfría.
Cheesecake de fresa
Ingredientes
250 gramo de galleta María molidas
120 g de mantequilla derretida
220 g de queso crema
20 g de azúcar pulverizada
5 g de extracto de vainilla
Preparación
1 En un procesador triturar las galletas María, una vez pulverizadas, integrar la mantequilla.
2 Colocar la mezcla en el molde para torta, presionar para formar la base. Reservar en la nevera.
3 En una batidora colocar el queso crema, azúcar y la vainilla. Batir hasta obtener una mezcla homogénea.
4 Sobre la base de galleta, verter la mezcla. Hornear a 300 °F por 2 horas. Decorar con mermelada de frutos rojos.
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