Pintura a la tiza, o chalk paint, es una técnica usada para resaltar rincones del hogar, cada día más utilizada.
Esta pintura no solo se basa en pintar una superficie, va más allá de eso, ya que le aportará a tu mueble o superficie un aspecto retro, envejecido. Todo sin necesidad de combinar otras prácticas ni barnizado.
La pintura a la tiza es natural, sin ningún componente de acrílicos y con altos componentes en carbonato cálcico. Con esta pintura no tendrás que decapar las superficies una vez pintadas.
Utilizar chalk pain en muebles de exterior, fachadas, puertas, azulejos y melaninas no es común y la pintura no es apta para estas superficies. Aún así, hay marcas comerciales que han desarrollado fórmulas especiales para este tipo de superficies.
Pintura a la tiza
Esta pintura natural que contiene tiza a base de agua, da un resultado mate y absorbe la cera fácilmente. Se puede utilizar diluida en agua para solo dar un pequeño efecto, como aplicarla espesamente con o sin textura.
Otra de sus maravillas, es que esta pintura a la tiza no necesita imprimar o decapar las superficies previamente. Puedes utilizarla en superficies de madera, metal, melanina, ladrillo y fibra vegetal.
Para utilizar este tipo de pintura lo podrás hacer con rodillo, brocha o paletina.
Si lo que quieres es resaltar el aspecto envejecido, lo recomendable es hacerlo con brocha. Con ella podrás acentuar las pinceladas, dando un aspecto único. Si por el contrario, lo que deseas es un acabado fino, te recomendamos utilizar el rodillo.
Una vez finalizada la pintura, puedes pasar una lija muy fina para emparejar cualquier aspecto de piel de naranja que haya dejado la gomaespuma del rodillo.
Ideas extras para esta técnica
Aunque no lo creas, este tipo de pintura también lo podrás utilizar en objetos no comunes como:
La bici de jardín.
Accesorios.
Cestas de fibras naturales.
Cocinas.
Habitación.
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