Exfoliar los labios es un paso esencial para mantenerlos suaves, saludables y libres de células muertas, especialmente en climas secos o fríos. Sin embargo, hacerlo de forma incorrecta puede causar irritación o daño. Aquí te explicamos cómo exfoliar tus labios de manera efectiva y segura.
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Elige un exfoliante suave
Evita productos con partículas demasiado grandes o ingredientes abrasivos. Opta por exfoliantes específicos para labios que contengan azúcar, miel o aceites naturales. También puedes preparar uno casero mezclando azúcar morena con miel o aceite de coco. Estas opciones son suaves y eficaces.
Prepara tus labios
Antes de exfoliar, asegúrate de que tus labios estén limpios y ligeramente húmedos. Esto ayuda a que el exfoliante se deslice mejor y reduce el riesgo de irritación. Puedes humedecerlos con un paño tibio para ablandar la piel muerta.
Aplica con movimientos suaves
Toma una pequeña cantidad del exfoliante y aplícalo en tus labios con movimientos circulares y ligeros. Usa la yema de los dedos o un cepillo de dientes de cerdas suaves. Evita ejercer demasiada presión, ya que la piel de los labios es delicada.
No te excedas
Exfoliar los labios una o dos veces por semana es suficiente. Hacerlo con mayor frecuencia puede causar sensibilidad o resequedad.
Hidrata después de exfoliar
Tras enjuagar el exfoliante con agua tibia, seca suavemente tus labios y aplica un bálsamo hidratante. Busca productos con ingredientes como manteca de karité, aceite de jojoba o vitamina E para sellar la humedad y protegerlos.
Evita exfoliar si están muy irritados o agrietados
Si tus labios están muy secos o con heridas, permite que se recuperen antes de exfoliarlos. En estos casos, enfócate en hidratarlos y protegerlos con bálsamos reparadores.
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