La tendencia parisian blonde es la nueva obsesión en el mundo de la belleza y la coloración capilar. Inspirada en el estilo chic y sofisticado de las parisinas, este tono de rubio busca un equilibrio perfecto entre la luminosidad natural y la elegancia discreta. A diferencia de los rubios platinados o dorados tradicionales, el parisian blonde se caracteriza por ser un tono más suave, con matices fríos y cálidos que aportan profundidad y dimensión al cabello.
No solo es un color, sino también una actitud. Se combina con peinados desenfadados y texturas naturales, reflejando el estilo clásico pero relajado de las mujeres francesas. Es la elección ideal para quienes buscan iluminar su melena sin perder la sofisticación y el encanto característicos del look parisino.

Se distingue por su naturalidad y por la forma en que se integra con la raíz del cabello. En lugar de un color uniforme o una decoloración extrema, se trabaja con una técnica de balayage o baby lights que crea una transición sutil desde la raíz más oscura hasta las puntas más claras. Esto permite que el crecimiento del cabello se vea más armonioso y requiera menos retoques constantes, lo que lo convierte en una opción de bajo mantenimiento.
Esta tonalidad es versátil y puede adaptarse a diferentes tonos de piel, ya que se personaliza para equilibrar matices fríos y cálidos según la complexión de cada persona. Funciona especialmente bien en bases castañas claras y rubias oscuras, ya que logra un efecto natural sin necesidad de una decoloración extrema.
Mantenimiento
Para conservar la riqueza del tono, es fundamental utilizar productos específicos para cabellos teñidos, como champús sin sulfatos y tratamientos con pigmentos violetas para evitar reflejos amarillentos. También se recomienda aplicar mascarillas hidratantes y aceites capilares para mantener el brillo y la suavidad.
Visita nuestra sección Variedades
Mantente informado en nuestros canales