Antes de este ritual debes humedecer tu rostro y tener a la mano una crema hidratante. Te contamos más detalles a continuación.
Se trata de un procedimiento en donde se busca eliminar las células muertas de la capa más superficial de la piel, la epidermis. Ayuda a destapar los poros y promueve la renovación celular, mejorando su aspecto general y dejándola suave, flexible y revitalizada. Algunos especialistas no la recomiendan para todos los tipos de piel.
Hay varias clases disponibles, cada una con sus propios beneficios. Existen los caseros, elaborados con ingredientes que tenemos en nuestro hogar y los químicos preparados en la industria farmacéutica.
Ingredientes naturales
Café. Una excelente manera de renovar y tonificar la piel. El café posee propiedades hidratantes, antioxidantes y emolientes, que remueven las impurezas. Puedes usarlo en cualquier parte del cuerpo como en la cara, los codos, talones y rodillas, que son las áreas propensas a verse resecas. Estos ingredientes naturales estimulan la circulación y reducen la apariencia de la celulitis, así como eliminar barritos e impurezas en zonas como la espalda.
Avena. Es muy efectiva para el cuidado del rostro y el cuerpo en general. Actúa como hidratante y exfoliante. Incluso puede mezclarse con miel, yogur o leche para obtener mayores beneficios como: dar mayor luminosidad y textura. También puede aplicarse en zonas como la espalda, el pecho y las manos.
Chía. La semilla de chía contiene muchos ingredientes, como proteínas, calcio, hierro, antioxidantes, potasio, hierro, ácidos grasos antioxidantes y vitaminas como la niacina. Además, se ha convertido en un gran aliado en la lucha contra el acné y las imperfecciones. Es ideal para las pieles más delicadas y ofrece grandes ventajas como la producción de colágeno y la mejora de las líneas de expresión. Mézclala con aguacate y tendrás una mascarilla milagrosa.
Es recomendable pedir consejo a un especialista para evitar reacciones alérgicas y efectos contraproducentes.
Recomendaciones adicionales
– Al culminar con el tratamiento es importante hidratar la piel para evitar la sequedad y la irritación.
– Elige una crema hidratante que no sea comedogénica, es decir, que no obstruya los poros.
– Evita el uso de jabones o detergentes fuertes después de exfoliar. Incluso es recomendable emplear jabones líquidos y no los de barra.
– Usa diariamente un protector solar con un SPF de 30 o más para proteger tu piel de los rayos dañinos del sol.
Por Karla Guzmán
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