Pies, quizá una de las partes más importantes de nuestro cuerpo. Con 26 huesos, 33 articulaciones, 19 músculos y más de 100 tendones y ligamentos, suelen ser parte olvidada de nuestro cuerpo cuando de higiene y cuidado diario se trata.
Callos, juanetes, dolor en el empeine, ampollas, rozaduras, resequedad cutánea o exceso de transpiración son las dolencia podológicas más frecuentes. Siendo las mujeres entre 40 y 70 años, amas de casa, deportistas, profesionales que pasan mucho tiempo de pie, o diabéticas tipo 2, son las más susceptibles.
Para ellas y el resto de personas que simplemente quieren tener unos pies sanos, y por ende, hermosos, existen varios cuidados que pueden seguir para conseguirlo.
Consejos para tener unos pies hermosos
Básicamente, los pies merecen el mismo cuidado que cualquier parte del cuerpo. Para ellos, con solo lavarlos a diario, eliminar la piel muerta, hidratarlos, masajearlos, cortar las uñas periódicamente, usar zapatos cómodos, serían pasos básicos para su mantenimiento.
La revisión de los pies diariamente puede parecer algo alocado, pero les aseguramos que es de suma importancia. Al hacerlo, nos aseguramos que los pies no tengan ampollas, moretones, uñas encarnadas, heridas o inflamación. Si son personas diabéticas, este paso es fundamental para que los pies permanezcan sanos, ya que los diabéticos no sufren dolor.
Una vez examinados, el siguiente paso el su higiene. Lavar los pies a diario eliminará células muertas, bacterias y hongos que puedan ocasionar problemas futuros como el pie de atleta.
Si eres amante de remojar tus pies, debes tener en cuenta que es una actividad que no debes realizar todos los días, ya que podrías obtener el efecto contrario, como la resequedad. Lo recomendable es realizarlo una vez por semana o cada 15 días.
Luego de lavar bien los pies, debes asegurarte de secarlos correctamente. Asegúrate de secarlos muy bien entre los dedos. Esta zona suele ser una de las más olvidadas, y la humedad residual puede ser el comienzo del nacimiento de microorganismos, que traerán hongos, mal olor, dolor, bacterias y pie de atleta.
Luego del cuidado…
El siguiente paso es la hidratación. Así como luego del baño colocas crema humectante en todo tu cuerpo, tus pies también la necesitan. Humectar correctamente tus pies evitará la resequedad de la piel. La crema humectante deberás colocarla en plantas y empeine, pero nunca entre los dedos. Humectar esta zona puede dejar residuos, lo que traerá infecciones. Esta zona siempre deberá permanecer lo más seca posible.
Si tus pies presentan callos, puedes retirar mientras la piel está húmeda durante el baño, usando una piedra pómez. Si los callos son muy duros, puedes acudir a un profesional para que te los retire con herramientas especializadas.
Al momento de corta tus uñas, lo recomendable es que lo hagas con las mismas secas. El hacerlo con las uñas húmedas se pueden rasgar al cortarlas. Realiza un corte recto suavizando las esquinas con la lima, de este modo te asegurarás que la uña no crezca dentro de la piel.
Como ves, son recomendaciones simples muy fáciles de hacer, con las que siempre tendrás unos pies hermosos, pero más importante, sanos.
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