El agua es tan importante en tu rutina de skincare, como lo es para tu organismo en general. La Tierra es conocida como el “planeta azul”, porque este líquido cubre el 70% de la superficie; sin embargo, solo el 0,025% es potable.
Las grandes compañías de belleza están conscientes de las posibilidades de usar este elemento en sus productos. Por lo que no es de extrañar ver H2O en la composición de muchos.
Sin embargo, no es en su estado puro que podemos usarla en nuestra rutina de cuidados, sino en presentaciones novedosas y beneficiosas para la piel. De todas, ¿sabes qué necesitas?, ¿cuáles son las que más beneficios le aportan a tu piel?, ¿cómo debes usarlas?, ¿qué tipos hay? Te explicamos las funciones de cada una, para que compres las que más se adapten a las necesidades de tu piel.
Agua para nuestra piel
Termal
Es todo un elixir repleto de minerales, que ayuda a proteger la piel de los radicales libres y facilita el proceso de desmaquillarte. Además, alivia la irritación de la piel y acelera el proceso de cicatrización de las heridas. Como es un líquido que proviene del suelo, es rico en elementos como hierro, zinc, cobre, calcio y magnesio. Que son los que, juntos, le dan otro aspecto a tu epidermis. Es ideal para los días de mucho calor: la aplicas sobre tu rostro y, automáticamente, sentirás cómo se refresca, haciendo que te sientas menos fatigada.
De hamamelis
Menos conocida, pero muy eficiente. Tiene propiedades astringentes que contribuyen a cerrar los poros de la piel, a reducir la aparición de grasa y a prevenir los puntos negros. También funciona como calmante, desinflama la piel, y es una gran aliada a la hora de eliminar las bolsas y ojeras de los ojos.
De rosas
Sus beneficios son muchos, pero es importante que escojas una que no contenga alcohol, colorantes, aditivos o aromas. Puedes preparar la tuya hirviendo pétalos de rosa y luego dejando reposar la mezcla. La colocas en un envase con espray y listo. Es rica en vitamina C, lo que hace que sea ideal para la producción de colágeno, y para defender la piel de los radicales libres. También es un calmante ideal para después de depilarte, y sirve como tónico gracias a sus propiedades antibacterianas. ¿Cómo? Úsala después de lavarte la cara y antes de aplicarte tu sérum de rutina.
Micelar
Una de las más conocidas y usadas alrededor del mundo. El agua micelar tiene moléculas que atraen la suciedad. Por lo que son eficaces para eliminar todo tipo de maquillaje o impurezas; eso sí, siempre que uses la adecuada para tu tipo de piel.
No es común lavar el rostro luego de usar agua micelar. Pero la especialista en química, Evelyn Cornejo, revela que este tipo de agua contiene surfactantes (una sustancia parecida a un jabón). Que, aunque son muy gentiles con la piel, lo ideal es no dejarla en el cutis, porque puede resecarlo. Esto no sucede con todas las aguas micelares, algunas están libres de componentes dañinos.
Cuidado con el agua del grifo
Cristina Galmiche Suárez, facialista y dermatóloga, ha explicado en diferentes oportunidades las desventajas y peligros de usar agua corriente para lavar la piel. “El agua del grifo incorpora sustancias dañinas como la cal, sodio y cloro, que alteran la piel y modifican su pH”, dice. Usarla como medio de limpieza constante, “reseca el tejido cutáneo y resta humedad”. Y esto, a su vez, es uno de los principales problemas de la dermis reactiva, sensible o acnéica.
Darle la vuelta a tu rutina con unos simples aliados de belleza, te ayudará a combatir este problema: “leche limpiadora y tónico”. Primero, debes aplicar la leche de limpieza y retirarla con un paño; y luego, aplicar el tónico. Si prefieres lavar tu cara con agua, la especialista recomienda “lavarla con agua hervida o mineral”. Por Isabel Da Cunha
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