El frío extremo, como el hielo, puede ayudarnos a evitar los daños que nos causan en la piel del rostro diferentes factores ambientales como el Sol y la contaminación. Estos factores externos perjudican nuestra tez creando expresiones faciales que nos generan líneas de expresión, acelerando el envejecimiento.
Normalmente, para evitar estos daños, usamos productos comerciales que, además de ser químicos, poseen un alto costo.
Pero la naturaleza nos aporta grandes beneficios que debemos utilizar, como lo es el agua congelada. Existe el tratamiento facial con hielo que nos ayudará a tonificar y rejuvenecer nuestra piel de manera natural y económica, con esta terapia de origen oriental.
Entre los beneficios de la terapia con hielo tenemos que refresca la piel, previene las arrugas y reduce los poros abiertos. Del mismo modo, reduce la inflamación y promueve la circulación que mejora la apariencia de la piel.
Cómo usar el frío extremo
Esto es lo mejor de este tratamiento, la facilidad de su aplicación. Todos los días, con el rostro limpio, masajea tu piel con un trozo de hielo. Puede ser el hielo directamente sobre el rostro o lo puedes cubrir con una tela fina.
Siempre ten en cuenta que el contacto del hielo con tu piel no debe sobrepasar los 10 minutos. De lo contrario, su uso por más tiempo podría quemarte la piel o provocar heridas considerables.
Debes asegurarte de pasar el cubo de hielo a lo largo del área de la mandíbula y barbilla, en la frente, las mejillas y en el área de la nariz. Al llegar al área de los ojos se debe frotar con más cuidado, y dejar que el frío actúe en cada área de 1 a 2 minutos.
Una vez aplicado el hielo, coloca una crema hidratante como de costumbre. Lo importante de esta rutina beauty es que debes ser constante en su aplicación para poder obtener resultados.
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