Cuando se habla de tecnología láser, se piensa en la depilación o en la eliminación de tatuajes de forma segura, pero el uso del láser en la dermatología es más que eso, con él se pueden tratar otros problemas de la piel, como manchas y lesiones en el rostro.
Las lesiones como los angiomas de la piel o puntos rubíes, y las várices de gran tamaño, pueden también tratarse con la última tecnología láser. Para ello, el primer paso es el diagnóstico, saber qué es lo que le pasa a la piel.
Realizar un diagnóstico clínico de la lesión, es básico para ayudar a escoger el tratamiento más adecuado en cada caso, así como el láser más idóneo. Por ejemplo, para realizar el diagnóstico de las manchas de la piel, es necesario consultar al especialista y, en caso necesario, extraer una muestra que debe analizarse para ver si es benigna o maligna. Una vez diagnosticado el problema, se decidirá cuál es el tipo de láser más adecuado.
Las lesiones superficiales: suelen ser lesiones cutáneas rosadas y rugosas, que aparecen en zonas expuestas al sol. Sus células tienen alteraciones en el ADN, y con el tiempo pueden evolucionar a cáncer de piel. Deben tratarse y eliminarse, y la mejor opción terapéutica es el láser, que las elimina en una sola sesión. En el caso de que las lesiones sean múltiples, u ocupen una zona extensa, se hace un “barrido” con un tipo de láser especial.
Los angiomas de la piel o puntos rubí: Son tumores vasculares benignos. En algunos casos, estas lesiones son de gran tamaño y si se encuentran en zonas de roce (con los pantalones, zonas de afeitado) pueden sangrar. En estos casos, el tipo de láser a utilizar suele ser el vascular Nd-YAG. Esta es la mejor opción, porque consigue eliminarlos en una sola sesión. Después del tratamiento, el punto queda de un color algo más oscuro, y es reabsorbido por el organismo, sin formar herida.
Las várices: una patología frecuente entre las mujeres. Suelen aparecer en las extremidades inferiores, convirtiéndose en un problema estético. Están asociadas a una alteración de la circulación profunda, provocando la acumulación de líquidos, e incluso síntomas de piernas cansadas.
Para su eliminación, el mejor método es también el láser vascular. Dependiendo del tamaño, profundidad de la lesión y tipo de piel, se necesitarán entre una y cuatro sesiones. En conclusión, el poder de la tecnología láser es mucho más alto y te puede ayudar para que la piel para que luzca perfecta y, lo más importante, para que esté sana.
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