La felicidad no necesariamente necesita de grandes acontecimientos, sino que se puede obtener mediante pequeños momentos.
Las experiencias extraordinarias tal vez solo se vivan una vez en la vida, mientras que las cosas pequeñas se encuentran en el día a día.
Mucho se habla del valor que tienen estos momentos sencillos y cotidianos, y muchas personas lo ven como el hilo que conduce sus días. Por ejemplo, al abogado y político Frank A. Clark se le atribuye en una frase con respecto a este tema. En ella, dice que “todo el mundo trata de realizar algo grande, sin darse cuenta de que la vida se compone de cosas pequeñas”.
Esto se suma a otro factor fundamental, el valor de las cosas pequeñas y la felicidad que producen, se acrecientan con la edad.
Esta correlación es investigada por Amit Bhattacharjee y Cassie Mogilner en su estudio “La felicidad de las experiencias corrientes y extraordinarias”.
La felicidad depende de la edad
Dicho estudio, publicado por The Journal of Consumer Research en 2014, sostiene que la edad de una persona es fundamental para determinar su nivel de felicidad. Llegaron a la conclusión de que “la felicidad que se disfruta a partir de experiencias ordinarias y extraordinarias depende de la edad”.
Algunos factores que descubrieron es que:
- Los más jóvenes, que ven su futuro lleno de posibilidades, obtienen más felicidad de experiencias extraordinarias.
- A medida que la gente envejece y percibe que su tiempo de vida se acaba, las experiencias corrientes producen tanta felicidad como las extraordinarias.
Bhattacharjee y Mogilner escriben que “las personas más jóvenes a las que les queda mucho tiempo tienden a perseguir metas que los prepararán para el futuro, mientras que las personas mayores, a las que les queda tiempo limitado, tienden a perseguir metas que son emocionalmente satisfactorias en el presente”.
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La magia del hygge
Una vez dicho esto, la gran pregunta para hacerse es ¿Cómo dar valor a los pequeños momentos? Para ello existe el hygge, un concepto fundamental de la cultura danesa estudiado por Meik Wiking, del instituto de Investigación sobre la felicidad de Copenhague.
Su libro “The Little Book of Hygge: Danish Secrets to Happy Living”, ofrece unas ideas claves para entender cómo este concepto puede ayudar a disfrutar las aventuras del día a día:
- Definición. Wiking describe el hygge como una sensación de comodidad, calidez y bienestar.
- Atmósfera acogedora. Implica crear un ambiente que dé sensación de calidez y comodidad, ya sea en la casa o en compañía de otros.
- Disfrutar de momentos simples. Wiking destaca la importancia de disfrutar actividades como tomar una taza de café, compartir comida con amigos o pasar tiempo al aire libre.
- Conexión social. Es un aspecto clave del hygge, ya que compartir momentos agradables con amigos y familiares contribuye significativamente a la sensación de bienestar.
- Apreciación de la vida cotidiana. Hygge implica apreciar y encontrar felicidad en actividades simples como una comida casera, leer un libro acurrucado en el sofá o dar un paseo tranquilo.
- Bienestar emocional. Wiking sugiere que prestar atención a la calidad del día a día y crear momentos felices, mejora la satisfacción general con la vida.
- Enfoque en la experiencia, no en las posesiones. No se trata tanto de lo que tenga una persona, sino de cómo se disfruta y comparten esos momentos.
Con información de We Life.
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2024-07-01
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