Las actividades físicas promueven una mente más relajada, aunque por motivos de pandemia, no se puedan disfrutar todos los espacios, se debe tratar de darles a los niños y adolescentes, lugares para que puedan tener momentos de distracción.
En momentos de un encierro mundial, muchos han sido los casos de ansiedad por parte de la familia y los más vulnerables son los adolescentes, sus maneras de gastar energías son hacer deportes o cualquier otra actividad de alta intensidad, por la edad una vida sedentaria no se encuentra asociada a sus estándares de calidad de vida. Pertenecer a un grupo social también les otorga estabilidad y confianza.
El acceso a la tecnología no puede sustituir la vida al aire libre, el inicio de una vida sedentaria puede acarrear problemas en el organismos como obesidad. Además, tanto tiempo en la internet o juegos puede desencadenar un problema aún mayor, adicción a las mismas. El tiempo con aparatos electrónicos debe ser limitado y supervisado por los padres o representantes.
Los especialistas de la salud, indican que las actividades físicas se pueden hacer siguiendo las medidas de bioseguridad, para estar en contacto con la naturaleza, ya que el ejercicio al aire libre es beneficioso para la salud y bienestar general de
sus hijos.
Además, se debe fomentar las relaciones interpersonales, son beneficiosas para los adolescentes. Debes crear las bases para que tengan un comportamiento social activo, ya que pueden durar por mucho tiempo, los lazos afectivos generan confianza y seguridad.
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