El cáncer de mama es una enfermedad compleja. Es un diagnóstico que ninguna familia desearía recibir, pero desafortunadamente y según el Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU., solo en el año 2022, hubo 20 millones de casos nuevos.
Generalmente cuando la persona recibe el diagnóstico sufre un golpe emocional y devastador, y quizás en lo primero que piensa es en la muerte.
Partiendo de ello, es esencial que tanto la paciente como su núcleo familiar reciban el apoyo psicológico oportuno. Este acompañamiento es fundamental para afrontar el proceso con mayor fortaleza y esperanza.
Acompañamiento psicológico durante el tratamiento de cáncer de mama
El acompañamiento psicológico debe ser integral y personalizado para cada paciente.
1. Escucha activa. Se le debe brindar a la paciente un espacio seguro para que exprese sus emociones, miedos e inquietudes sin ser juzgada. Esto conlleva preguntar y escuchar, antes de hablar.
2. Información clara y concisa. Proporcionarle información detallada sobre la enfermedad, los tratamientos disponibles y las opciones de manejo.
3. Enseñar técnicas como la relajación, la respiración profunda y la meditación para manejar el estrés y la ansiedad.
4. Ayudar a la paciente a reconocer sus fortalezas. Así se sentirá más fuerte para afrontar la enfermedad.
5. Apoyo en la toma de decisiones. Participar en el proceso de toma de decisiones de la mujer es vital. Conversar sobre su posible tratamiento y cuidados, será de gran ayuda durante el proceso.
6. Trabajo en red. Conectar a la paciente con otros recursos y servicios de apoyo resulta muy beneficioso.
Actividades que puede realizar
La familia juega un papel crucial en el proceso de recuperación de una paciente con cáncer de mama, por lo que realizar actividades en conjunto puede fortalecer los vínculos familiares y mejorar el estado de ánimo de todos los miembros.
La recomendación es compartir encuentros especiales, siempre y cuando la paciente esté de ánimo. Por ejemplo, organizar cenas familiares, salidas al cine o picnics permitirán que disfruten de tiempo de calidad. Esto permitirá que se relajen y disminuya el estrés.
También puede realizar actividades al aire libre como, manejar bicicleta, caminar, hacer ejercicio o practicar algún deporte en familia, esto es ideal para despejar la mente.
Finalmente, y no menos importante, se sugiere unirse a grupos de apoyo para compartir experiencias y recibir apoyo emocional.
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