Aburrimiento ¿Existen ventaja y desventajas de sentirnos aburridos? ¡Pues sí! El aburrimiento es una falta de motivación e interés por alguna actividad o situación en particular, que nos resulta desagradable.
El cuerpo humano está biológicamente desarrollado para estar activo, sobre todo intelectualmente hablando. Esto no quiere decir que todos queramos estar haciendo algo constantemente.
Simplemente significa que el ser humano por naturaleza es activo y le gusta aprender, y es por ello que somos curiosos. La curiosidad es una forma de desarrollar el intelecto, ya que averiguando se obtienen conocimiento.
Pero ¿qué pasa cuando nuestro cuerpo no nos da ese impulso por hacer algo?, tan sencillo como que nos aburrimos. Es allí cuando nos entra esa sensación de apatía, hastío y desgano.
Esta condición de aburrimiento tiene sus pros y sus contras, y hoy te las explicaremos en este artículo.
Aburrimiento
Bueno
Aunque no lo creamos, sentir aburrimiento puede traernos algunas ventajas en determinados momentos. La creatividad es una de ellas. Como lo comentamos más arriba en este texto, el ser humano tienen la necesidad de la curiosidad.
Durante el período de aburrimiento desarrollamos la creatividad, lo que potencia nuestras cualidades y habilidades, por medio de la imaginación, de la creación, del pensamiento, entre otros.
Otra de sus ventajas es el contacto con uno mismo. Esta introspección, estando solos con nosotros mismos, nos pondrá en contacto con nuestras emociones, nuestros miedos y nuestros deseos. Haciendo que nos conozcamos mejor
Durante la introspección llegaremos a un período de reflexión, otra de las ventajas de estar aburrido. Esta nos permitirá establecernos ciertas metas nuevas, así como también recapitular en las ya alcanzadas y hacer un balance de nuestra vida.
Sin duda, el aburrimiento nos permitirá de disfrutar de un período de descanso y relajación, que en algunas personas es difícil de conseguir. Durante este período nuestro cuerpo y mente se repondrán del estrés diario, recargando energías.
Malo
Y como no todo es color de rosas, el aburrimiento también trae su lado negativo. Por ejemplo, durante el aburrimiento el ser humano se vuelve menos productivo. Entra en un período de estancamiento que hace que no se cumpla con algunos objetivos planteados, teniendo un rendimiento por debajo de lo esperado.
Aquellas personas que son naturalmente activas, suelen estar en constante movimiento, por lo que estar sin motivación a hacer las cosas podría frustrarlos haciéndolos sentir inútiles.
El punto anterior le puede dar paso al estrés. Cuando no se está acostumbrado a detenerse, suele llegar el momento de la ansiedad y el estrés. El sentirnos estresados por la falta de motivación, conlleva a no sentir felicidad por la vida o a sentir gratificación.
Ahora bien, luego de todo lo anterior, culminamos con un punto no menos importante, el estado de ánimo. Todo lo anterior junto puede crear un estado de ánimo de apatía y hastío. Si se llega a este punto hay que estar consiente y prevenir que se vuelva crónico, ya que se puede llegar a un estado de depresión o distimia.
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